Un viaje en el tiempo con sabor a futuro: Skoda rescata una de sus joyas de dos ruedas

Los orígenes de Skoda se remontan a la pasión por las dos ruedas, fabricando bicicletas y motocicletas bajo la marca Laurin & Klement. Más de un siglo después de la fundación de aquella compañía, la firma checa vuelve a evocar ese espíritu fundacional con un ejercicio de diseño que no solo rinde homenaje a su legado, sino que también demuestra cómo la visión innovadora de la marca sigue viva, conectando su pasado motero con una la perspectiva de futuro eléctrico y estiloso.

En la actualidad, el equipo creativo de Skoda ha desempolvado su historia motera, rescatando la legendaria Slavia B. Esta motocicleta, una de las primeras creaciones de la firma, ha sido reimaginada con un diseño contemporáneo de cafe racer. La marca checa busca conectar con sus raíces, mostrando cómo sus iconos del pasado podrían lucir en la actualidad, bajo su lenguaje de diseño de líneas sólidas y contemporáneas (Modern Solid).

Estética retrofuturista

La Slavia B original, nacida en 1899, era una pionera impulsada por un motor monocilíndrico. Para esta reinterpretación del siglo XXI, se ha optado por una estética retrofuturista, aunque conservando la forma distintiva del chasis que caracterizaba a las primeras motocicletas de la marca. Aquel diseño primigenio, que envolvía y protegía el motor, ha servido de inspiración arquitectónica para esta elegante reedición.

A pesar de su apariencia moderna, la Slavia B reinventada rinde homenaje a la ingeniería de Václav Laurin y al legado deportivo del modelo original. Aquella Slavia B demostró su resistencia en la agotadora carrera París-Berlín de 1901. El diseño actual evoca esa deportividad con un asiento que parece flotar y un guiño vintage en la bolsa de herramientas de cuero integrada en el chasis.

Herencia centenaria

El resultado es descrito por el diseñador francés Romain Bucaille —padre de la criatura— como una “café racer futurista con estilo Modern Solid”. Este lenguaje de diseño se caracteriza, entre otros detalles, por unas formas sencillas y robustas, que se reflejan en las líneas limpias, los bordes definidos y los faros distintivos de esta Slavia B del siglo XXI. La metamorfosis de esta joya del pasado en una visión moderna sobre dos ruedas es, sin duda, llamativa.

Así, Skoda no solo mira hacia el futuro de la automoción, sino que también celebra su rica herencia. La reinvención de la Slavia B es un ejercicio de diseño que conecta épocas, evocando la pasión por las motocicletas y mostrando la capacidad de la marca para fusionar tradición e innovación en creaciones que capturan la imaginación.