BMW R nineT: la esencia de noventa años de tradición

Sus automóviles gozan de un merecido prestigio pero la tradición y el reconocimiento de BMW en el sector de la moto tampoco es una cuestión baladí. Tanto es así, que 2013 conmemoraron sus noventa años de actividad en esta industria y como guinda del pastel lanzaron un modelo tan especial como rebosante de personalidad, la R nineT.

Una roadster que conjuga a la perfección el estilo clásico que la marca pretendía reflejar con la tecnología de vanguardia que caracteriza a sus productos. El resultado es espectacular dentro de la simpleza de líneas, un cierto minimalismo que empieza por su ausencia de carenado y termina con unas dimensiones contenidas, pasando por la omnipresencia del clásico motor bóxer de cilindros opuestos, una de las características indiscutibles de BMW Motorrad.

El propulsor, eso sí, prescinde de la más avanzada refrigeración líquida presente en otros modelos pero su rendimiento es idóneo para una moto como ésta; son 110 CV de potencia pero rebosantes de par, que se transmiten a la rueda trasera por el habitual cardan de la casa y con una caja de cambios de seis relaciones bien escalonadas y de accionamiento más suave que en otras versiones del bóxer.

El chasis sí que rompe con la filosofía más implantada en BMW, ya que se trata de una estructura tubular a la que se ancla una horquilla telescópica invertida en el tren delantero y un monoamortiguador en el trasero. El equipo de frenos es poderoso con su par de discos de 320mm de diámetro los anteriores más otro posterior de 265mm, por supuesto con sistema antibloqueo.

Con todo, las sensaciones a su manillar son gratificantes. No hablamos de una superdeportiva pero sí cuenta con lo necesario para ofrecer mucha diversión. Manejable en ciudad y ágil en carretera, sólo se ve algo penalizada a alta velocidad por su escasa protección aerodinámica. Pero sobre todo lo que nos regala esta nineT es una personalidad marcada que se agradece dentro de un mercado en ocasiones poco atrevido.