Cupra se pone a la cabeza del Grupo Volkswagen en su nueva generación de coches eléctricos de acceso. El Cupra Raval será su cero emisiones más accesible, primo del próximo VW ID Polo y de otros dos modelos más, pero con el giro de tuerca propio de la marca española: promete ser el más deportivo del cuarteto y, tras haber probado su versión tope de gama, es algo que podemos confirmar.
Hace años que vio la luz en forma de prototipo bajo el nombre de UrbanRebel y con el paso del tiempo ha dulcificado su propuesta a nivel estético, eliminando gran parte de la radicalidad del concept, pero no en cuanto a mecánica, trasladando a un vehículo de baterías el comportamiento propio de uno de los tan queridos GTI.
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Todavía completamente camuflado, ya se puede intuir el carácter atrevido característico de la marca, con un frontal incisivo, un paragolpes con una entrada de aire central de gran tamaño, llantas de hasta 19 pulgadas con diseños bastante llamativos, formas angulosas y un alerón trasero.
Mención especial merecen los grupos ópticos. Cupra pone especial atención a la firma lumínica de sus vehículos, todos ellos estructurados en torno a la forma del triángulo, pero reinterpretándolo de maneras muy diversas. En el caso del Raval los faros delanteros están conformados con una estructura similar a la del iris del ojo humano mientras que detrás son tres triángulos independientes por lado, pero unidos entre sí por una suave trama LED.
Está basado en la plataforma MEB+ del grupo, por lo que es un modelo de dimensiones compactas. Mide 4,04 metros de largo, 1,78 metros de ancho y 1,51 metros de alto; con una distancia entre ejes de 2,60 metros.
Al tratarse de unas unidades de preserie, el salpicadero estaba cubierto, pero se podían ver elementos como el cuadro de instrumentos digital, que es mucho más grande que el de otros modelos de la gama incluso de segmentos superiores, como el Tavascan, o la gran pantalla central.
Cuatro versiones, pero la barata se hará esperar
Dado que hablamos del coche eléctrico más barato de Cupra, el precio es un aspecto clave. ¿Cuánto cuesta el Cupra Raval? La marca ha dado su tarifa de acceso: 26.000 euros antes de descuentos o de ayudas estatales. Corresponde a la versión más modesta del vehículo, que no estará disponible de lanzamiento, que se espera para marzo, si no para un poco más adelante.
Para su puesta de largo, su gama estará formada por estas tres variantes:
- Dynamic: con una potencia de 155 kW (211 CV) y una autonomía de unos 450 kilómetros, no se ha desvelado la capacidad de su batería. Su carrocería es de color Fiord Blue sólido, los asientos tipo bucket Dinamica y calza llantas de aleación de 18 pulgadas
- Dynamic Plus: ofrece el mismo rendimiento (155 kW y unos 450 kilómetros de autonomía), pero con una dotación de equipamiento mayor: color exterior Plasma Iridiscent, llantas de aleación de 19 pulgadas con diseño Copper, faros Matrix LED, sistema de sonido Sennheiser con 12 altavoces, asistentes de aparcamiento y ADAS avanzados
- VZ Extreme: el tope de gama, con una potencia de 166 kW (226 CV) y 290 Nm de par máximo, es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 175 km/h y anuncia una autonomía de 400 kilómetros, así que debería utilizar la misma batería que el resto de versiones. El color exterior es Mangansese Matt, calza llantas de 19 pulgadas con diseño Sulfur, cuenta con asientos Cup Bucket y tiene todo el equipamiento del nivel inferior
A los mandos del Cupra Raval VZ
Para la breve toma de contacto pudimos probar el tope de gama mecánico del modelo, el Raval VZ, en una carretera de montaña de Barcelona, un lugar idóneo para poder testarlo a nivel dinámico.
Si hay que lanzar un titular, ese sería que se siente como si ni fuera un coche eléctrico. Los modelos de baterías tienen unas inercias y unos desplazamientos de pesos que no son los propios de un modelo de combustión. En el Raval VZ eso no pasa.
Es realmente ágil en las curvas y muy noble en los cambios de dirección, algo que se consigue gracias a que, a pesar de ser un tracción delantera, disfruta de un diferencial electrónico autoblocante que permite ir por donde se que ir de manera muy precisa. A esto también contribuye que, además de una altura rebajada en 15 milímetros respecto a los que serán sus primos, esta versión concreta además tiene un ancho de vías 10 milímetros mayor y calza unos neumáticos con 235 mm de anchura.
La combinación de todos estos elementos hace que sea un modelo tremendamente estable y rápido de reacciones.
Con su tamaño y siendo eléctrico, los 226 CV y los 290 Nm de los que dispone hacen que al hundir el pie en el acelerador salga disparado de inmediato. Eso sí, es algo que varía mucho, ya que en el modo ‘Eco’, por ejemplo, se “capa” el rendimiento disponible para cuidar la autonomía, mientras que en el ‘Cupra’ desata todo su potencial.
No solo eso, los modos varían la sonoridad del vehículo y en los más deportivos es destacable, simulando de manera muy acertada la rumorosidad propia de un modelo de combustión.
Es realmente divertido de conducir y en todo momento transmite al conductor lo que está pasando en la carretera y que tiene el control. A este respecto hay que mencionar otro detalle importante: Cupra ha escuchado las quejas que ha habido en algunos de sus modelos sobre los frenos, puesto que los traseros son de tambor en algunos casos, y en el Cupra Raval son de disco, como los delanteros, lo que ayuda a tener una mordiente mayor que transmite un plus de seguridad.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.
