Kia EV3: el eléctrico compacto que juega a ser un coche grande… en todos los aspectos

El coche eléctrico en España sigue avanzando, pero lo hace con una mezcla curiosa de interés real y prudencia comprensible. Cada vez hay más modelos convincentes, pero el comprador medio sigue mirando dos veces el precio, la autonomía y si ese coche le sirve para todo… o solo para ir a trabajar.

En ese terreno intermedio, donde el eléctrico tiene que comportarse como coche único sin excusas, es donde Kia coloca al Kia EV3, un SUV eléctrico compacto (de 4,30 metros de longitud) que no pretende ser ‘de nicho’, sino razonable y usable.

Diseño exclusivo

A nivel de diseño exterior, el Kia EV3 deja claro que no es una versión electrificada de nada conocido. Es un coche con personalidad propia, de líneas muy rectas, volúmenes marcados y una imagen que recuerda a un SUV eléctrico de tamaño superior.

En el acabado GT-Line, el EV3 gana todavía más presencia con llantas de 19 pulgadas, paragolpes específicos y detalles en negro brillante que refuerzan su carácter, eso sí, sin caer en excesos. No intenta gustar a todo el mundo, pero sí destacar dentro del creciente mercado de los SUV eléctricos urbanos y compactos.

Mucho espacio, mucha tecnología

El interior del Kia EV3 sigue esa misma filosofía: menos barroquismo y más orden. El salpicadero digital apuesta por una gran superficie de dos pantallas integradas para instrumentación y sistema multimedia de 12,3 pulgadas cada una, con una interfaz clara y rápida.

Kia ha tenido el acierto de mantener mandos físicos para funciones básicas, algo que el conductor agradecerá en el uso diario. La posición de conducción es cómoda desde el primer minuto y la sensación general es de coche eléctrico bien pensado, no de escaparate tecnológico.

Donde el EV3 eléctrico sorprende de verdad es en el espacio interior. A pesar de encuadrarse en el segmento compacto, por dentro se siente grande. Las plazas traseras ofrecen buen espacio para piernas, el piso casi plano mejora la comodidad y el acceso es sencillo.

El maletero de 460 litros permite un uso familiar real, y el pequeño maletero delantero (frunk), de 25 litros, resulta muy práctico para guardar cables de carga y pequeños objetos.

En equipamiento, el acabado GT-Line, el que tenía nuestra unidad de pruebas, permite olvidarse rápido del listado de opciones. Incluye elementos como el head-up display, ayudas avanzadas al aparcamiento, asientos calefactables y refrigerables delanteros y traseros o un buen puñado de sistemas de seguridad tanto activa como pasiva.

Electrificación sensata

Esta versión monta el motor eléctrico de 150 kW (204 CV) asociado a una batería de 81,4 kWh (existe otra más pequeña de 58,3 kWh, que no está disponible con este acabado pero que en otros tiene una diferencia de 4.780 euros), la combinación más ‘top’ de la gama. No busca cifras deportivas, pero el empuje del motor eléctrico es inmediato y suficiente para cualquier circunstancia: ciudad, carretera o autopista. Así lo atestigua sus 7,9 segundos en cubrir el 0 a 100 km/h.

La suavidad de marcha, el silencio y la ausencia de vibraciones típica de estas mecánicas, refuerzan esa sensación de coche cómodo y fácil, ideal tanto para conductores noveles en eléctricos como para usuarios experimentados.

El pedal del acelerador y sobre todo, de los frenos, tienen un muy buen tacto. La frenada regenerativa tiene tres niveles de intensidad, además de una función ‘i-Pedal‘ que detiene el coche por completo y que, una vez habituados a sus distancias, resulta muy práctico y cómodo.

La suspensión tiene un carácter firme. Debe tenerla para sujetar el peso que traslada de casi 1.900 kilos. Pero no es desagradable. Sujeta bien la carrocería y al mismo tiempo, no resulta seca para el pasaje, aunque la inercia del conjunto sale a relucir si se acelera el ritmo en tramos revirados.

En consumo, el Kia EV3 Long Range homologa cifras ajustadas para su tamaño. En uso real, con una conducción normal que combine ciudad, vías rápidas y algo de autopista, es razonable moverse en torno a los 18 kWh/100 km, sin necesidad de extremar la conducción eficiente. En la ficha técnica homologa 16,2 kWh/100 km. Esto se traduce en una autonomía real amplia de unos 400-450 kilómetros (homologa más de 600), uno de los factores clave para quien se plantea dar el salto al coche eléctrico.

La batería puede cargar a un máximo de 128 kW. El tiempo necesario para pasar del 10 al 80 % es de una media hora. En corriente alterna se puede cargar hasta a 11 kW.

Y llegamos al dato decisivo: el precio del Kia EV3 GT-Line es de 34.860 euros. Pero no hay que alarmarse, ya que la gama comienza en 22.160 euros del acabado Air. No es un eléctrico barato, al menos cuando se elige las versiones más potentes y equipadas pero sí un SUV eléctrico muy competitivo, bien posicionado por precio, espacio, equipamiento y autonomía. Un modelo que no intenta convencer con promesas futuristas, sino con algo mucho más efectivo: ser un coche eléctrico práctico, amplio y fácil de usar desde el primer día.