Es el heredero del Mitsubishi Outlander, que durante años ha sido el híbrido enchufable más vendido en España. El Mitsubishi Eclipse Cross recoge su mecánica, aunque con menor potencia (188 CV en lugar de 224 CV), y también una evolución de su chasis. Y sigue siendo uno de los SUV híbridos enchufables, con etiqueta Cero, más asequibles.
Pero, sobre todo, el nuevo modelo de Mitsubishi propone una carrocería de diseño muy diferente y más llamativo que la de su antecesor, con un estilo entre deportivo y futurista.
Más información
El precio es uno de los mayores argumentos del Eclipse Cross, junto con la imagen y la eficiencia en ciudad. Y es que se vende, con descuentos, desde solo 28.000 euros. Muy poco para un SUV familiar de 4,54 metros con mecánica enchufable. La tarifa incluye ya 5.500 euros de promoción directa, 3.000 por financiar con la marca y otros 5.000 del Plan Moves III.
Diseño y maletero
Original y poco visto. El Eclipse Cross tiene una estampa general llamativa y diferente, aires entre deportivos y futuristas, y un conjunto con buena presencia y empaque. El interior es más sencillo, aunque también luce y resulta acogedor.
Vida a bordo
El interior combina un diseño vistoso y buenos materiales con equipos algo anticuados (instrumentación, pantalla central, plafones de luces…) y mayor sencillez general que refinamiento. Pero luce a la vista y resulta acogedor.
Mide 4,54 metros de longitud y es un coche que abulta, resultando más voluminoso que compacto. El maletero tiene 404 litros y un doble fondo para guardar los cables, aparte de una bandeja flexible y una toma de carga de 230 voltios, como las domésticas.
Las butacas delanteras son grandes y cómodas, y el espacio resulta desahogado para estaturas de hasta 1,90 metros. Las plazas traseras también son amplias y dan para todas las tallas. La inclinación del respaldo se puede regular, para recostarse en los viajes, por ejemplo.
La cabina incluye puertos USB y buenos huecos para objetos, y puede equipar techo solar (delantero y trasero, el primero abrible), asientos eléctricos, tapicería de cuero y otros elementos de corte cuidado.
La mecánica
Suma tres motores. Un 2.4 de gasolina y uno eléctrico delante (98 y 82 CV, respectivamente) y otro eléctrico detrás (95 CV). Suma 188 CV y tracción 4×4, acelera de 0 a 100 km/h en 10,9 segundos y alcanza 162 km/h (velocidad autolimitada).
La batería, de 13,8 kWh, se recarga en 6 horas en el enchufe de casa (2,3 kW). Y todo funciona con suavidad.
Casi siempre, muy cómodo y a pilas
Se conecte o no el modo EV o eléctrico puro, el Eclipse Cross circula casi siempre con las baterías y los motores eléctricos, transmitiendo así una suavidad especial y un punto superior a lo normal entre los híbridos enchufables. Mucho en ciudad, menos en carretera y casi nada en autopista.
A los mandos predominan el confort y la suavidad, y el coche invita a conseguirlos, sobre todo en carretera y autopista, porque se si pasa a una conducción más dinámica no se encuentra a gusto: la carrocería se mueve en exceso, la dirección se vuelve pesada y se siente, en cierta medida, que empiezan a aflorar unas maneras que revelan la cierta veteranía de su chasis.
Prestaciones
Dan para todo, aunque tampoco sobra potencia. El coche busca el confort y la eficiencia, y se consiguen ambas cosas en un uso por ciudad y tranquilo por carretera. En el ámbito urbano puede salir también de los semáforos con brío, y en autopista mantiene el ritmo en los repechos. Pero para adelantar, por ejemplo, conviene acelerar a fondo sin contemplaciones.
Al acelerar a fondo, o agotar las baterías, se conecta el motor de gasolina, que apenas se oye porque no pasa de 4.000 revoluciones y aporta un empuje ligero pero constante.
Brillante en ciudad
En modo eléctrico es fácil hacer 40 kilómetros (45 oficiales) si se conduce solo en ciudad o con poca presencia de autovía urbana. La suspensión es suave, la mecánica silenciosa y el coche resulta muy cómodo. Y en modo híbrido también. En los primeros 100 subirá a unos 3,5 litros.
Bueno en carretera
Al salir a carretera el confort y la eficiencia se mantienen. A velocidades de entre 70 y 90 km/h gasta de 1,5 a 2,5 litros con pila y de 5,5 a 6,5 sin ella. En zona virada se maneja bien, a pesar del peso (1.910 kilos sin conductor), pero el coche responde mucho mejor a un uso tranquilo que dinámico.
Correcto en viajes
Puede ir a cualquier lugar, pero en los viajes por autopista pierde eficacia. A 120 km/h, con la pila vacía, el consumo ronda los 9 litros (con terreno desfavorable pasa de 10) y el depósito, de poco más de 40 litros, limita la autonomía a unos 350 kilómetros. Y la suspensión, que es blanda y deja la carrocería algo suelta, resta aplomo de marcha.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram