El Audi Q4 e-tron, lleva en el mercado desde 2021. Y hace justo un año su actualización se centró en una mejora de su rendimiento y eficiencia.
En esta prueba, la unidad elegida ha sido la versión 45, por ser la de acceso a la gama y la que reúne un mejor compromiso entre potencia y autonomía como luego se verá.
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Diseño ‘Sportback’
El Audi Q4 Sportback e-tron 45 presenta un diseño muy aerodinámico con líneas fluidas y una silueta en esta versión Sportback de lo más elegante sobre todo en su parte trasera, gracias a la pronunciada caída de la zaga que termina en un alerón discreto, pero evidente.
Mide 4,59 metros de longitud, 1,86 de ancho y 1,61 de alto, con una buena distancia entre ejes de 2,76 metros.
La parrilla frontal, aunque cerrada debido a su naturaleza eléctrica, mantiene el distintivo diseño de Audi. Los faros Led Matrix opcionales (1.275 euros) no solo mejoran la visibilidad, sino que también añaden un toque moderno y sofisticado.
Las llantas son de 20 pulgadas, pero en opción hay de 19 y de 21. Esta última era la de la unidad de pruebas.
Interior tecnológico
El interior de este SUV eléctrico es un ejemplo de lujo y funcionalidad. Los materiales de alta calidad, como el cuero y los acabados en aluminio, crean un ambiente premium. El sistema de infoentretenimiento MMI, con una pantalla táctil de 10,1 pulgadas, es intuitivo y fácil de usar. Además, tras el volante cuenta también con el Audi Virtual Cockpit.
El espacio interior es generoso, con asientos muy cómodos tanto en la parte delantera como suficiente espacio para los ocupantes de la parte trasera que, eso sí, irán más estrechos si son tres.
El maletero ofrece una capacidad de 535 litros, curiosamente 15 litros más que el del Q4 e-tron ‘normal’. Además, estos litros son ampliables a 1.460 litros si se abaten los asientos traseros, lo que lo hace ideal para viajes largos y actividades familiares o deportivas.
Mecánica y carga
Esta versión de acceso, el Q4 e-tron 45, tiene 286 CV, tracción trasera y acelera de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos, consiguiendo una velocidad máxima de 180 km/h.
Respecto a la batería, tiene una capacidad de 77 kWh, lo que le permite una autonomía teórica de 562 kilómetros.
La potencia de carga que soporta en corriente continua, que es de hasta 135 kW lo que le permite pasar del 10% al 80% en 28 minutos. Si la corriente es alterna, el máximo de carga permitida será de 11 kW y en ese caso se tardará en cargar unas ocho horas.
El consumo medio homologado es de 15,8/16,1 kWh/100 km; pero en esta prueba ha subido hasta los 20/22 kWh/100 km, algo normal en este tipo de vehículos y que refleja un gasto bastante comedido si se piensa en que el peso del vehículo es de 2.145 kilos. Esto le permite cubrir una distancia de unos 350-375 kilómetros ‘reales’ sin tener que repostar.
En marcha
Precisamente, esa carga trasladada de más de dos toneladas, es la que protagoniza bastante su dinámica. Mucho más con sus inercias que en prestaciones puras, ya que bajar de siete segundos en el 0 a 100 es un muy buen dato, proporcionado gracias a rozar los 300 CV.
El par de 545 Nm también colabora a trasladar esa potencia al suelo prácticamente de inmediato. Y a pesar de ser un tracción trasera, llama la atención para bien que no se observan prácticamente ninguna pérdida de tracción. Eso sí, si el asfalto no está perfectamente seco, el control de tracción si que tendrá que hacer ‘horas extra’.
El guiado del Q4 es muy, muy bueno, pero es que en esta marca, ya es algo con lo que se cuenta. No es tan refinada una suspensión que se nota algo dura. Y es que es uno de los elementos más condicionados por su exceso de peso. Es complicado sujetar las inercias de este peso si se mete el coche en zonas reviradas, una zona, por otro lado, que no es muy apta para este coche, a no ser que se afronten con normalidad y no se intente igualar el ritmo de un deportivo.
Sus frenos no se diferencian en mucho de un coche de combustión y esto no puede ser el mejor halago. Con muy buen tacto, la recuperación de energía es buena, sobre todo si se pone el modo B en su caja de cambios, en la que se nota una deceleración extra y que va a hacer que casi se maneje este Audi sin pisar el freno, siempre que nos anticipemos un poco a lo que sucede en la carretera.
Ya sea para el uso diario o para viajes largos, el Q4 ofrece una combinación perfecta de eficiencia y placer de conducción al que además ayudan los diferentes modos de conducción.
Precio y acabados
El Audi Q4 Sportback e-tron 45 comienza con un precio por debajo de los 60.000 euros, en concreto 59.920 para su acabado Genuine Edition.
Si el acabado es el más alto de gama, denominado Black line edition, la factura sube hasta los 64.490 euros. Si se opta por el acabado S line, también se podrá elegir la versión 55 con 340 CV y tracción integral quattro que, a igualdad de equipamiento, cuesta unos 7.000 euros más.
No hay que olvidar que, como prácticamente todos los Audi, se puede completar, mejorar y personalizar con, en este caso, hasta 189 accesorios de diferente clase y cometidos.
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