Hay pocos SUV hoy en día que hagan su trabajo fuera del asfalto tan bien como lo hace este Subaru Forester. Y por ahí empezaremos esta prueba, por su sobresaliente capacidad offroad.
La altura libre al suelo de 22 centímetros, el ángulo de ataque de 20,3 grados, el ventral de 21 grados y el de salida de 25,7 grados le permiten enfrentarse a situaciones realmente complicadas.
Más información
El sistema de tracción total AWD simétrica denominado X-Mode; tiene tres programas de funcionamiento que se seleccionan pulsando unos iconos que hay en la pantalla (Nieve y Tierra, Normal o Nieve profunda y Barro). Al hacerlo, el control de tracción mejora su capacidad de avance y conecta el control de descenso de pendientes si lo considera necesario. Algo muy fácil para el conductor y que luego también se transforma en una facilidad pasmosa de conducción.

Porque su cambio automático CVT hace que no acelere con mucha intensidad al pisar el acelerador con ganas, pero tampoco da tirones y eso lo hace muy agradable de conducir, especialmente en zonas agrestes.
Mecánica microhíbrida
Siguiendo el esquema de los cilindros horizontalmente opuestos, típico de la marca japonesa, se ha actualizado el corazón del Forester. Su nuevo propulsor microhíbrido e-BOXER, recurre a un motor de 4 cilindros atmosférico con 2.0 litros de cubicaje y uno eléctrico, apoyado por una batería de 0,6 kWh, que generan 153 CV y un par de 248 Nm.

No es una salvajada de potencia, para lo que se estila hoy en día. Y más para un peso de alrededor de 1.800 kilos. Por eso y por ese tipo de cambio, no hay que esperar aceleraciones ni prestaciones fulgurantes. Un buen ejemplo es el 0 a 100 km/h, que completa en 12,2 segundos. La velocidad máxima, ya con inercia, roza los 190 km/h.
Lo que tampoco es un dato muy atractivo es el de consumo. Y seguramente sea el que haga plantearse su compra a más de uno. Y es que es muy difícil bajar de 8 litros cada 100 kilómetros, en ninguna circunstancia. Y lo único que puede pasar es que empeore a partir de ahí. Esto, junto a una capacidad del depósito de 48 litros hace que haya que parar a repostar más de lo esperado si se sale de viaje.

Compensa con una comodidad de marcha muy notable. Para empezar, con una insonorización del habitáculo muy bien conseguida y, además, con una amortiguación que se orienta al confort más que a las prestaciones. Normal, porque no son de deportivo precisamente.
Además, en ciudad, y a pesar de su tamaño (4,67 metros de largo; 1,83 de ancho y 1,73 de alto), se desenvuelve con bastante agilidad. La pequeña batería permite circular en ciertos momentos en modo eléctrico, ayudando a reducir los consumos. O por lo menos, a no dispararlos más. Y esto, unido a la suavidad con la que trabaja el motor de combustión hace que parado en un semáforo o saliendo despacio, no se diferencie si lo hace con su mecánica de gasolina o con la eléctrica.

Por cierto, cuenta con dos modos de conducción gracias al ‘Subaru Intelligent Drive’ (SI-Drive). El modo Inteligente (I) priorizará una conducción suave y con ahorro de combustible al ajustar la respuesta del acelerador, el mapeo del motor y la relación de transmisión. El modo Deportivo o Sport (S) brinda una mejora en la entrega de potencia, sin dejar de ser lineal, pero con una entrada más inmediata.
Espacioso y bien acabado
Es el resumen perfecto de su habitáculo. Hay mucho espacio a bordo, tanto delante como detrás donde van a caber sin problemas tres ocupantes. Y dejar su equipaje en el amplio maletero de 508 litros será coser y cantar.

Al volante, el Subaru Forester ofrece un ambiente refinado con molduras 3D, y acabados muy premium. Se han mantenido en la consola central ciertos botones físicos para no tener que recurrir constantemente a la pantalla central, pero sí, hay que toquetearla más de lo debido.
Esta, aunque parece más grande, tiene 11,6 pulgadas, que complementa con conectividad inalámbrica y cargador de 10 W.

Precio y equipamiento
Del Subaru Forester hay tres acabados disponibles: Active, con un precio de 40.400 euros; Field, con 42.900 euros; y este Touring que parte de los 44.900 euros, pero que tiene un listado de elementos de serie del que se podría escribir un extenso artículo.
Para empezar, de su catálogo de 11 colores a elegir, 10 tienen un sobrecoste de 650 euros, a excepción de la ‘Crimson Red Pearl’ (Rojo Perla Carmesí).

De serie cuenta con llantas de 19 pulgadas, techo solar, asientos de cuero, volante y asientos traseros calefactables, entre otros muchos elementos.
En resumen, un SUV que no es un top de ventas, pero que tiene una calidad general que no desmerece en absoluto con algunos de sus rivales más vendidos.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram