El nuevo Volkswagen Touareg eleva el concepto SUV al siguiente nivel

Su tercera generación llegará en junio a España cargada de valiosas aportaciones.

Volkswagen Touareg
La versión definitiva del Touareg con carrocería camuflada.

Volkswagen afronta la recta final del proceso de lanzamiento de la tercera generación del Touareg, un todocamino de enfoque premium que se presentará oficialmente en el próximo Salón de Pekín el día 23 de marzo, para llegar a los concesionarios españoles a lo largo del mes de junio, con precios que por el momento no han sido fijados por la marca. Se trata de un modelo redefinido por completo, que EL MOTOR ya ha tenido la oportunidad de conducir por carreteras de Zaragoza y Navarra junto a reducido número de medios especializados de todo el mundo, sólo tres de ellos nacionales.

Una breve toma de contacto con unidades de preproducción de este SUV que se coloca en lo más alto de la gama de Volkswagen. Una jornada de pruebas que fue suficiente para constatar el enorme paso adelante del nuevo Touareg respecto a su precedesor, comenzado por un diseño completamente diferenciado, una tecnología de vanguardia en términos de conectividad, seguridad y confort, un comportamiento dinámico que puede convertirse en la referencia de su segmento y unas posibilidades fuera del asfalto que le confieren una polivalencia por encima de la media entre los vehículos de su estilo.

Los diseñadores de la marca alemana han querido otorgar al nuevo Touareg un estilo más lujoso, con formas que se aproximan a la elegancia de una berlina y pequeños detalles que refuerzan esta sensación premium. Tiene un aspecto menos campero que las dos anteriores generaciones, ganando en contrapartida empaque y representatividad desde cualquier punto de vista. Su carrocería mide ahora 4,87 metros de longitud (7,7 centímetros más) y también es más ancha, lo que unido a la reducción de 7 milímetros en la altura sirve para que el coche parezca mucho más dinámico y sofisticado.

La calidad del habitáculo de cinco plazas es la propia de la marca y el espacio disponible para cinco pasajeros más su equipaje (697 litros de maletero) también el previsible en un coche de su tamaño. La gran aportación en el interior de esta tercera generación del Touareg es la adopción de Premium Digital Cockpit, un imponente espacio digital de información que en conductor de las versiones superiores encontrará ante sí y que consta de una pantalla de instrumentación de 12 pulgadas a la que se suma una segunda de 15 pulgadas, con una sensación de uniformidad e integración que otorga un nuevo sentido a la relación del usuario con el vehículo.

Las posibilidades de este dispositivo son incontables, casi inimaginables, pero sus creadores ponen especial acento en la configuración individualizada en base a las preferencias de cada automovilista, lo intuitivo de su utilización y la posibilidad de almacenar la selección para diferentes usuarios (algo valioso puesto que llegar a la ideal requiere una cierta dedicación considerando la enorme cantidad de opciones que se plantean). Si a ello se añade que son 30 las combinaciones de iluminación ambiental disponibles, es fácil adivinar que la personalización del habitáculo alcanza niveles poco habituales.

En cuanto a la mecánica, en la primera fase de lanzamiento del nuevo Touareg estarán únicamente disponibles las motorizaciones V6 con turboalimentación. Serán dos diésel a partir de junio con potencias de 231 y 286 CV, mientras que ya en otoño llegará la variante gasolina con un rendimiento de 340 CV. Más adelante la oferta se ampliará a un V8 4.0 de 421 CV, así como una versión híbrida de 367 CV que debutará en el mercado chino antes de su introducción en la oferta europea en una fecha aún sin concretar.

Todas las versiones disfrutarán de las ventajas de la tracción total permanente 4MOTION, acoplada a un cambio automático de ocho velocidades. Tampoco falta un diferencial central autoblocante capaz de repartir de forma asimétrica el par motor en valores de hasta un 70% al tren delantero y un 80% al trasero. Para la gestión de tan numerosos parámetros de utilización el Touareg recurre a una sofisticada electrónica que se concreta en cinco modos de uso en carretera y otros tantos para circular fuera del asfalto. Lo avanzado de su ingeniería lo refrendan soluciones que aportan un extra de seguridad y dinamismo, como es el caso de la compensación de balanceo activa, los estabilizadores electromecánicos en ambos ejes, el tren trasero direccional y la última evolución de la suspensión neumática de la marca.

TOMA DE CONTACTO

Para el primer contacto de la prensa con la nueva generación de Touareg, Volkswagen desplazó hasta Zaragoza media docena de unidades con carrocerías camufladas que circularon por las carreteras que separan la capital de Aragón de las Bardenas Reales en Navarra. Excepto una de ellas con motor de gasolina que se reservó a los periodistas chinos (por las particularidades de este mercado), el resto eran turbodiésel, aunque más allá de los propulsores lo auténticamente sorprendente de este nuevo SUV son sus bondades dinámicas en cualquier tipo de utilización.

La calidad de rodadura que aporta la suspensión neumática eleva el confort a un nivel excepcional, ni siquiera en carreteras secundarias con pésima conservación las irregularidades del firme suponen una molestia para los ocupantes del vehículo. Algo que podría ser relativamente sencillo de resolver con un tarado blando que sacrificara la estabilidad del conjunto, pero no es éste el caso sino todo lo contrario: las barras activas de ambos ejes mantienen al coche perfectamente plano en cualquier situación, con reacciones sorprendentes para sus dimensiones y peso. El sistema es capaz de compensar las inclinaciones laterales de la carrocería, completándose la seguridad con una precisión de dirección reforzada por otra de las aportaciones más interesantes del nuevo Touareg como es la dirección del eje trasero.

Volkswagen Touareg

La caravana de pruebas rodando por las carreteras de Aragón. / VW

Los coches tan grandes, sobre todo largos, pueden pecar de poco ágiles en la mayoría de las circunstancias, tanto maniobrando en ciudad como girando en carreteras reviradas. La solución que proponen desde Volkswagen, y que funciona, son unas ruedas posteriores capaces de girar de forma opuesta a las delanteras hasta velocidades de 50 km/h, y hacerlo en el mismo sentido las cuatro por encima de esta velocidad. Con ello se gana en ángulo de giro circulando despacio y en estabilidad al rodar rápido, en una suerte de alargamiento virtual de la batalla que mejora el aplomo.

Sin duda alguna el nuevo Touareg supone un punto de inflexión en la historia del modelo. Mucho más de lo señalado en estas líneas es lo que aporta un desarrollo que ha durado más de tres años y será únicamente una prueba en mayor profundidad la que desvele cuanto este SUV premium (que lo será desde luego también en su precio) tiene que decir en un segmento tan pujante como exigente, midiéndose a rivales de la cualificación del Porsche Cayenne, BMW X7, Audi Q7, Bentley Bentayga, Mercedes GLE o Range Rover Velar.

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