El BAC Mono R es la evolución de un modelo cuyo concepto ya era de por sí radical: monoplaza, de peso ultraligero y con una gran potencia. Esta nueva versión hace todavía más hincapié en sus principales facetas, reduciendo todavía más su peso y añadiendo caballos extra al motor.
Marca sobre la báscula 555 kilos, 25 menos que el BAC Mono normal. El ahorro se debe en gran parte al empleo de fibra de carbono reforzada con grafeno en todos los paneles de su carrocería, que han sido rediseñados para mejorar su aerodinámica, aumentando la longitud del modelo en 25 milímetros y rebajando su altura en otros 20.
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No es lo único que ha contribuido a la dieta, puesto que también es importante la presencia del chasis de magnesio y la transmisión del mismo material. Asimismo, colabora a la reducción de peso el hecho de que el sistema de escape sea de titanio y que los discos de freno sean carbocerámicos, mordidos por pinzas AP Racing.
Desde luego se antoja necesaria la capacidad de frenado, puesto que el ligero monoplaza utiliza un motor atmosférico 2.5 tetracilíndrico que desarrolla 345 CV, 40 más que en la versión base. Ese poderío del motor se maneja desde un habitáculo apenas reducido a un cockpit, que cuenta con el asiento, el volante y los pedales;
Solo se van a fabricar 30 unidades del deportivo, cada una a un precio de unos 213.000 euros al cambio actual, pero que ya han sido vendidas todas a dueños de un BAC Mono normal.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.