A día de hoy es más que posible conducir por la calle un coche equipado con tecnología de competición. La cuestión es, lógicamente, pagar el precio. En el caso del Porsche 911 R es de 217.469 euros. Puede parecer mucho, pero a quien se lo pueda permitir no le importará y el que haga el desembolso descubrirá que es una buena inversión.
¿Por qué? Porque es un ‘nueveonce’ de carreras con matrícula de calle. Porsche ha incorporado en el 911 R lo mejor de cada una de las variantes y el resultado es increíble.
Por ejemplo, el motor es el mismo que el del GT3 RS: un 4.0 de 500 CV y 460 Nm de par. Del GT3 hereda el diferencial autoblocante y el eje trasero direccional. En la trasera cuenta con un alerón retráctil propio de los Carrera. Además, añade componentes propios como los frenos carbocerámicos o una reducción de 50 kilos de peso (respecto al GT3 RS) para quedarse en solo 1.370.
De esta manera acelera de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos y alcanza los 323 km/h. Respecto al consumo (aunque a quién le va a importar si se deja más de 200.000 euros en el coche), asciende a 13,3 l/100 km.
Para hacerlo incluso más exclusivo de lo que ya a va a ser, solo se fabricarán 911 unidades.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram