El 1 de mayo de 1994, el espectáculo de la Fórmula 1 se detuvo de golpe en el circuito de Imola (Italia) cuando Ayrton Senna perdió la vida. Sobre el que fuera uno de los mejores pilotos de la historia se acaba de estrenar una miniserie en Netflix. Y más allá de los circuitos también dejó su huella: suyo fue parte del desarrollo de un deportivo que todavía se puede comprar… de segunda mano, claro.
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Con Honda, ganó tres títulos de Fórmula 1. Desde 1988, la marca japonesa se convirtió en la proveedora de motores de McLaren. Este acuerdo convirtió a Ayrton Senna en la imagen del fabricante nipón, que aprovechó para pedirle ayuda en el desarrollo de su primer deportivo.
Concebir el Honda NSX no fue fácil: fue el primer coche de producción que se construyó con un chasis monocasco hecho de aluminio. Estaba impulsado por un V6 atmosférico de 3.0 litros que entregaba 274 CV: una cifra alta, pero no lo suficiente para un deportivo… y para hacer frente a sus rivales.
“Es un poco frágil”
Razón por la que el Honda tenía que ofrecer una notable dinámica y para lograrla, en la fase final del desarrollo del coche, la marca japonesa llamó a Ayrton Senna. El piloto de F1 jugó un papel crucial en el perfeccionamiento de la primera generación.
Cuando se subió a uno de los modelos pre-serie, los ingenieros conocieron la opinión del piloto: “Es un poco frágil”. Ayrton Senna sugirió que hicieran el chasis del Honda NSX más rígido y que retocasen tanto la dirección como el tarado de la amortiguación. El resultado de sus comentarios fue un deportivo con un manejo excepcional.
Al volante del Honda NSX en Suzuka
Tras probar los modelos pre-serie, llegó el momento de subirse al Honda NSX real: fue en la presentación del coche que tuvo lugar en el circuito de Suzuka, en 1990.
De aquella vuelta es la icónica imagen de Ayrton Senna conduciendo con mocasines; le pusieron una cámara para grabarle los pies e inmortalizar su perfecto punta-tacón. Con este movimiento, al reducir, con el embrague pisado, se da un toque al acelerador para que las revoluciones no caigan durante el cambio de marcha.
Fruto de esa colaboración, además de una de las míticas imágenes del mundo del motor, Ayrton Senna se llevó tres Honda NSX, dos de color negro y uno en rojo, que fueron subastados el pasado mes de abril.
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