Citroën oli, movilidad eléctrica sostenible y también divertida

Se basa en el Ami y es un auténtico laboratorio sobre ruedas donde la marca ha experimentado novedosas soluciones.

Citroën

El oli es como se pronuncia 'all-ë', todo eléctrico.

Citroën dice que no es un coche, sino “una extensión de la vida cotidiana tan útil cuando se conduce como cuando no”. Y es que su misión es ofrecer una movilidad 100% eléctrica y sencilla para todos, que mejore la vida cotidiana de las personas y con el menor impacto posible en el medio ambiente.

Por eso, entre otras razones, el Citroën oli (como se pronuncia ‘all-ë’, en referencia a todo eléctrico en inglés) no es pesado ni voluminoso, ya que su peso objetivo, alrededor de los 1.000 kilos, lo hace mucho más ligero que la mayoría de los SUV compactos comparables.

Como resultado, su mecánica 100% eléctrica sólo necesita una batería de 40 kWh para ofrecer una autonomía de hasta 400 kilómetros. Al limitar la velocidad máxima a 110 km/h para maximizar la eficiencia su excelente consumo de 10 kWh/100 km es realista, y la carga del 20% al 80% se completa en 23 minutos.

Más que coche eléctrico, un ‘dispositivo’ eléctrico

Como dispositivo eléctrico útil encajaría como punto de unión entre los paneles solares de una casa (que pueden producir intermitentemente un excedente de energía que pueden devolver a la red) o para paliar la necesidad de electricidad de un consumidor en caso de emergencia, por ejemplo, en caso de sufrir un corte de luz.

Al contar con la función inteligente ‘Vehicle to Grid’ (V2G), el prototipo ofrece la posibilidad de que su propietario gane dinero almacenando el exceso de energía de los paneles solares del hogar y vendiéndolo a los proveedores energéticos, así como al ayudar a gestionar los problemas de energía cuando hay un pico de demanda o un corte en la red.

Más que un coche, el oli es un dispositivo eléctrico gigante y con ruedas.

Además, gracias a su función ‘Vehicle to Load’ (V2L) y al utilizar su batería de 40 kWh, con una toma de corriente de 3,6 kW (el equivalente a un enchufe doméstico de 230 V y 16 Ah), el oli puede, en teoría, suministrar energía a un dispositivo eléctrico de 3.000 W durante aproximadamente 12 horas.

Carrocería… peculiar

Sus medidas son similares a las de cualquier SUV compacto, con 4,20 metros de longitud, 1,65 de altura y 1,90 de anchura. Su capó, techo y paneles de la caja trasera planos, además de permitir que el coche tenga una carrocería única, se han elegido para cumplir los objetivos de bajo peso, alta resistencia y máxima durabilidad.

De hecho, se han construido a partir de cartón reciclado con una estructura de nido de abeja reforzada con fibra de vidrio. Con esto, el peso se reduce un 50% frente a los equivalentes realizados en acero, pero su rigidez admite, por ejemplo, que un adulto se ponga de pie sobre ellos.

El parabrisas es vertical porque así la distancia entre la parte superior y la inferior es más corta y requiere una menor cantidad de vidrio, además de reducir su peso y complejidad. Y sí, es menos aerodinámico, pero con este coche no se va a ir a 200 km/h.

Aún así, cuenta con un sistema experimental de canalizaciones aerodinámicas denominado “Aero Duct» entre la sección delantera del capó y el panel superior plano que deriva el aire hacia el parabrisas, creando un efecto de cortina que suaviza el flujo de aire sobre el techo.

El llamativo marco del parabrisas dispone de un vinilo brillante en un acabado infrarrojo, un nuevo color que Citroën utilizará junto a su nueva identidad de marca.

Las grandes ventanas horizontales están ligeramente inclinadas hacia el suelo para ayudar a reducir los efectos del sol, y la sencilla apertura manual de las ventanas, similares a las utilizadas en el Citroën Ami, proporcionan ventilación y aire fresco.

Detrás no hay un maletero al uso, sino una caja con tapa al más puro estilo pick-up.

Respecto a la zaga, en lugar del habitual maletero o portón trasero, el oli cuenta con una espaciosa caja de tipo pick-up con un rápido y sencillo acceso. Sus llantas se han realizado con una mezcla de aluminio y acero y son de 20 pulgadas. También los neumáticos son unos prototipos de Goodyear que combinan sostenibilidad con durabilidad. Se llaman Eagle Go Concept y tienen una vida útil de hasta 500.000 kilómetros gracias a la reutilización de la carcasa sostenible y a una profundidad para la banda de rodadura de 11 milímetros que puede renovarse dos veces antes de acabar su utilidad.

Interior, ante todo, útil

En lugar de un salpicadero completo con múltiples pantallas y ordenadores ocultos, el oli cuenta con un único travesaño simétrico que atraviesa el ancho del vehículo del que cuelgan la columna de la dirección y el volante en un lado, un soporte para teléfonos inteligentes y cinco interruptores de palanca claramente identificados para el sistema de climatización en el centro.

En particular, en este espacio, el oli sólo emplea 34 componentes, mientras que un compacto equiparable recurre en su salpicadero y consola central a unos 75 elementos.

El travesaño dispone de un riel electrificado en el que se pueden enchufar accesorios mediante tomas USB que se deslizan por él. Esto es ideal para alimentar diferentes dispositivos, como por ejemplo una cafetera para un viaje o alguna larga espera.

Puertas enfrentadas y asientos hechos de cartón reciclado con cojines encima.

Detrás y debajo del travesaño se ubica una plataforma de almacenamiento en poliuretano termoplástico (TPU) impreso en 3D y reciclable de color naranja brillante con unas setas flexibles que mantienen en su sitio objetos como las tazas de café o las latas de refresco. Hasta los altavoces van con Bluetooth para ahorrarse el cableado tradicional.

Los asientos son de malla impresa en 3D, cuentan con un cojín reciclado sobre la banqueta, un reposacabezas integrado y están inspirados en el moderno mobiliario de oficina. Se anclan al suelo con una especie de silentblocks’que amortigua también las vibraciones y las imperfecciones de la carretera que los Amortiguadores Hidráulicos Progresivos no puedan filtrar.

Además, el suelo está recubierto de un revestimiento altamente elástico e impermeable que se puede limpiar fácilmente con una manguera. Los tapones de drenaje de TPU reciclables en el suelo permiten eliminar todo este agua sucia tras lavarlo.

El coste global de propiedad será bajo, pero si hay que sustituir una puerta, un faro o un parachoques, las piezas recicladas podrán obtenerse a través de Citroën a partir de otros oli que ya no sean utilizables.

El oli es un laboratorio que presenta soluciones futuristas y, sobre todo, sostenibles.

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Alfredo Rueda

Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.

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