Hace ya 10 años se introdujo el nuevo estándar de emisiones NOx de vehículos, que las limitaba a un máximo de 0,08 g/km. Esto hizo que los fabricantes de automóviles comenzaran a instalar nuevos sistemas de control de gases de escape en los vehículos.
Entre ellos, el más conocido es el sistema SCR (siglas en inglés de reducción catalítica selectiva). El SCR es un sistema formado por un catalizador, un depósito y bomba e inyector para AdBlue, aunque en algunos casos también puede incluir una centralita especial.
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Pero el AdBlue esta formado por una mezcla de agua y un 33% de urea, lo que da origen a varios problemas. El principal es que se congela a 11 grados bajo cero, por lo que se puede cristalizar y originar un problema grave.
La avería principal causada por este motivo es el bloqueo del SCR, o bien en su inyector, o bien en la bomba. Pero, además, esta cristalización puede provocar daños en el depósito o los conductos, o hacer que el sensor de nivel no funcione correctamente.
Si se circula por zonas de bajas temperaturas, es conveniente prevenir esta situación, ya que los daños pueden ser muy costosos.
La forma más fácil para evitar cualquier problema, y no muy cara, es añadir un aditivo especial al circuito del AdBlue. Esto impedirá la obstrucción del sistema SCR al evitar la cristalización de este fluido.
Además, su coste, como se puede ver en los productos reseñados a continuación, no es muy elevado y sirve para prevenir costosas reparaciones.
Muchos vehículos están equipados con sensores que monitorean el nivel de AdBlue y la calidad de la solución. Si se detecta cristalización, es posible que se enciendan luces de advertencia en el tablero del vehículo, indicando un problema en el sistema de tratamiento de emisiones.
Otros problemas con el AdBlue
Además de congelarse a bajas temperaturas, el AdBlue también presenta otras características que conviene tener en cuenta.
Para empezar, es un líquido muy corrosivo. Por eso, al rellenar el depósito, hay que tener cuidado con posibles fugas en la carrocería. Y en caso de producirse, se debe limpiar inmediatamente para que no se dañe la pintura con el paso del tiempo.
También se debe tener en cuenta que su caducidad es de un año. Esto no debería ser motivo de preocupación si se mueve el coche con asiduidad, ya que es un fluido que el coche consume en conjunto con el diésel para evitar las emisiones al principio mencionadas.
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