La autonomía de los coches eléctricos sigue siendo uno de los principales caballos de batalla del sector, sobre todo en invierno. Con las temperaturas bajas se reduce el rendimiento de las baterías y, además, el uso de la calefacción en el habitáculo también supone un gasto de energía extra. ¿El resultado? Rangos de acción mucho menores de lo que homologan los vehículos.
Se trata, por tanto, de uno de los ámbitos a los que los distintos actores del sector están prestando atención y varios han llegado a la misma conclusión: climatizar de manera más eficiente el interior es clave para conseguir mejores alcances en los coches de cero emisiones.
ZF ya presentó hace unas semanas un cinturón calefactable que ayudaba a tal fin y ahora ha sido Ford la que ha llevado a cabo un estudio al respecto.
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El resultado es muy claro, ya que el aire acondicionado como medio para calentar el habitáculo no es nada eficiente y, de hecho, con este método, al abrir las puertas se pierde de manera muy rápida gran parte del calor acumulado.
La alternativa es emplear distintas superficies calefactables, puesto que su transmisión del calor es más directa y hasta un 13% más eficiente a nivel energético. Así, aunque actualmente ya se emplean elementos como los asientos o los volantes calefactados, la marca del óvalo apunta que se puede mejorar la efectividad del sistema sumando los parasoles, los reposacabezas o los reposabrazos.
Durante el estudio se ha concluido que implementar dicho sistema supone un aumento del 5% de la autonomía para un coche eléctrico, lo que puede no parecer mucho, pero a lo largo de las cargas de todo el invierno son muchos kilómetros.
Markus Espig, ingeniero de Sistemas de Propulsión del Centro de Investigación e Innovación de Ford Europa, explica al respecto: “Todos sabemos que la temperatura interior del vehículo desciende al abrir las puertas o las ventanillas cuando hace más frío fuera. Esto es así sobre todo en el caso de las furgonetas de reparto, ya que los conductores hacen entregas frecuentes y el calor generado por el aire acondicionado se pierde más rápidamente, mientras que las superficies calefactadas mantienen la temperatura”.
Además, señala que “disminuir el uso de energía no solo mejora la autonomía, sino que también reduce costes y contribuye a asegurar una forma de viajar más sostenible”.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.