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Cuando las tecnologías autónomas todavía se centran en funcionar sin problemas por autopistas y parece que aún queda tiempo para que se desenvuelvan con soltura en entornos urbanos, Jaguar-Land Rover apunta en otra dirección: circular fuera del asfalto.
El grupo ha presentado un proyecto denominado ‘Autonomous All-Terrain Driving’ (Conducción Todoterreno Autónoma) que, en un futuro cercano, podría permitir a los vehículos autónomos circular por cualquier tipo de terreno sin necesidad de intervención humana.
El sistema se basa en la «Identificación de superficie y sensores de trayecto en 3D», que consiste en analizar toda la información posible del terreno por delante del vehículo para que la inteligencia artificial del coche pueda adaptarse con antelación.
Para conseguirlo combina un radar, cámaras, sistemas de ultrasonido y sensores. Todos estos elementos permiten identificar el material del suelo (asfalto, nieve, tierra, hierba), mandando los datos al sistema de tracción Terrain Response, que cambia de modo de manera automática al pasar de una superficie a otra, modificando parámetros como la altura libre al suelo o la dureza de la suspensión.
También permite reconocer obstáculos como baches, agua estancada o terreno escarpado, modificando la velocidad para atacarlos de manera segura y cómoda. Otro factor importante es la presencia de ramas o salientes que puedan golpear al vehículo por arriba, para detectarlos utiliza el ‘Control de distancia de alturas’, que recurre a la tecnología estereoscópica.
Como guinda, el grupo automovilístico ha mostrado cómo esta tecnología se puede aplicar a un convoy conectado en el que dos todoterrenos se comunican mediante el sistema DSRC, compartiendo toda la información recabada.
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