¿Por qué los coches con cambio automático no se pueden empujar?

Los coches ‘automáticos’ han ganado popularidad debido a su facilidad de uso y comodidad, pero tienen sus peculiaridades.

coche cambio automático

Los coches más modernos han reducido mucho el tamaño de la palanca para el cambio automático.

Se han popularizado a pasos agigantados. Los coches con cambio automático eran poco menos que unos ‘apestados’ hace tan solo unos pocos años al lado de los vehículos con transmisión manual.

Pero poco a poco, entre la mejora que han experimentado en estas cajas de cambios y la comodidad que supone conducirlos sobre todo en ciudad y en atascos, han ido convirtiéndolos en preferidos de muchos conductores, lo que se refleja en unas ventas cada vez más elevadas.

Además, la nueva y electrificada era en la automoción requiere del automatismo en la caja de cambios, con lo que coches eléctricos e híbridos ya solo montan este tipo de transmisiones.

Sin embargo, una de las desventajas más notables de estos vehículos es que no se pueden empujar para arrancarlos en caso de que se queden parados y sin batería, a pesar de que muchos cuentan con un botón o dispositivo para ‘desbloquear’ la palanca de cambios y así que el coche pueda rodar como si estuviera en punto muerto. Aunque esto no servirá para arrancarlo, como se verá más adelante.

A pesar de ello, esta limitación a rodar si la batería se agota se debe a varias razones técnicas y de seguridad.

Dependencia de la presión hidráulica

Uno de los principales motivos por los que no se pueden empujar los coches con caja automática es la dependencia de la presión hidráulica para el funcionamiento de la transmisión.

En estos vehículos, la transmisión automática utiliza una bomba de aceite que genera la presión necesaria para que los componentes internos funcionen correctamente.

Caja de cambios automática de un Lamborghini.

Esta bomba de aceite está conectada al motor, por lo que si el motor no está en marcha, no se genera presión hidráulica. Sin esta presión, la transmisión no puede operar, lo que impide que el coche se pueda empujar para arrancarlo.

Convertidor de par

A diferencia de los coches con transmisión manual, que utilizan un embrague mecánico para conectar y desconectar el motor de las ruedas, los coches automáticos emplean un convertidor de par.

Este dispositivo conecta el motor con la transmisión y permite la transferencia de energía. Sin embargo, el convertidor de par necesita que el motor esté encendido para funcionar correctamente. Cuando el motor está apagado, el convertidor de par no puede transferir la energía del motor a las ruedas, lo que hace imposible empujar el coche para arrancarlo.

Falta de conexión directa entre ruedas y motor

En una transmisión automática, no existe una conexión directa entre las ruedas y el motor cuando el coche está apagado. Esto significa que, incluso si se empuja el coche, las ruedas giran, pero no mueven el motor.

Empujar un coche automático no servirá para que arranque.

En los coches con transmisión manual, el embrague permite que las ruedas y el motor se conecten directamente, lo que facilita el arranque empujando. En cambio, en los coches automáticos, esta conexión directa no existe, lo que impide que el motor se ponga en marcha mediante el empuje.

Riesgos de seguridad

Empujar un coche con caja automática no solo es ineficaz, sino que también puede ser peligroso. Sin la presión hidráulica adecuada, los componentes internos de la transmisión pueden sufrir fricción y sobrecalentamiento, lo que puede causar daños graves a todo este dispositivo.

Además, el control del coche es más difícil cuando está siendo empujado, lo que aumenta el riesgo de accidentes. Por estas razones, los fabricantes desaconsejan empujar los coches automáticos y recomiendan buscar métodos alternativos para solucionar el problema que puede generar quedarse sin batería.

Métodos alternativos para arrancar un coche automático

En lugar de empujar un coche automático, existen otros métodos más seguros y eficaces para arrancarlo en caso de que no arranque.

Uno de los métodos más comunes es utilizar cables de arranque para conectar la batería del coche a la de otro vehículo con batería cargada. Esto permite que el motor se ponga en marcha y que la bomba de aceite genere la presión hidráulica necesaria para que la transmisión funcione.

Ponerle unas pinzas a la batería. La mejor solución si el coche es automático.

Otra opción es utilizar un cargador de batería para recargar la batería del coche. Aunque este método puede llevar varias horas, es una solución eficaz para arrancar el coche sin causar daños a la transmisión. También se puede recurrir a los servicios de asistencia en carretera, que cuentan con las herramientas y conocimientos necesarios para solucionar el problema de manera segura.

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