Uno de los retos históricos de los fabricantes de neumáticos ha sido crear una tecnología que permita recopilar información de la banda de rodadura del neumático y transmitirla a otros sistemas del vehículo para su procesamiento en tiempo real. Pues bien, Pirelli lo ha conseguido.
Se llama Pirelly Cyber Tyre y este avance abre una nueva era en la integración del neumático con el chasis y la electrónica de un vehículo.
¿Qué hace el sensor?
El sensor proporciona información como la ‘identidad’ del neumático, la temperatura o la presión de inflado, entre otros parámetros.
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Gracias a una conexión por bluetooth, estos datos se transfieren al vehículo. Merced a un acuerdo de desarrollo conjunto firmado con Bosch, esta información se utiliza para optimizar sistemas como el control de tracción, el ABS y el ESP.
Un enorme reto tecnológico
El componente clave del hardware del sistema es un sensor que solo pesa 12 gramos y está ubicado en el interior de la banda de rodadura del neumático.
Su desarrollo ha supuesto un enorme desafío tecnológico, pues tenía que ser extremadamente ligero para no producir desequilibrios en el neumático que generan vibraciones; e incorporar acelerómetros, chips, sensor de presión, sensor de temperatura, emisor bluetooth y batería.
“Este sensor tiene que durar, al menos, la vida útil del neumático; y ser extremadamente resistente para soportar a las condiciones extremas a las que se enfrentan los neumáticos, con enormes aceleraciones, fuerzas, vibraciones y cambios de temperatura”, explica Pierangelo Misani chief technology officer de Pirelli.
Pirelli también ha desarrollado un software que procesa, en tiempo real, toda la información recibida, generando algoritmos que alimentan las diversas funcionalidades del coche.

La primera aplicación en un coche de producción
La primera aplicación completa de esta tecnología se ha desarrollado en un proyecto conjunto con Bosch y Pagani, montado en el Pagani Utopia.
Los neumáticos transmiten información clave a la unidad de control ESP específicamente adaptada a la tecnología Pirelli Cyber Tyre, que es capaz de cambiar sus mapas de control de tracción/estabilidad y ABS para adaptarse al neumático montado. Esto permite un uso óptimo de cada neumático, proporcionando una mayor seguridad y condiciones de conducción personalizadas.

Esta tecnología también permite al vehículo evaluar la edad y el grado de desgaste de los neumáticos, para mostrar un mensaje en el salpicadero que sugiera su reemplazo.
El futuro pinta bien
El objetivo a corto plazo es trasladar esta tecnología a modelos de mayor volumen para que un mayor número de usuarios puedan beneficiarse de las ventajas que aporta.
Para empezar, estos neumáticos ayudarán a Pirelli a fabricar mejores productos en el futuro, porque los sensores de los neumáticos en un uso real pueden recopilar una cantidad ingente de datos durante la fase de desarrollo de un automóvil, sin las interferencias que produce un dinamómetro.
Pirelli también puede recopilar datos sobre los neumáticos utilizados en los vehículos de los clientes, lo que le da a la empresa una mejor visión de los estilos de conducción, desgastes, condiciones de uso y kilometraje en el mundo real.

El siguiente paso es emplear más sensores para determinan los niveles exactos de agarre y todo lo que sucede en la zona de contacto del neumático con el asfalto. Con esa información extra, los sistemas de control de un coche podrán evaluar aún mejor la dinámica del vehículo y tomar decisiones más precisas y efectivas.
Más adelante, los neumáticos con tecnología Pirelli Cyber Tyre podrán comunicarse con otros vehículos y la infraestructura circundante, generando mapas de adherencia de las superficies en tiempo real que permitan a todos los usuarios disponer de la mejor información del asfalto para que sus coches se adapten a ella. Esta información también serviría de ayuda a las administraciones para la gestión, conservación y mantenimiento de las carreteras, en el marco de las futuras infraestructuras inteligentes.
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