Envejecer con clase o cómo este Mercedes abandonado durante medio siglo se ha subastado por nueve millones de euros

El tiempo no pasa para todos igual y tampoco lo hace para los coches. La misma temporada de inactividad convierte a algunos vehículos en chatarra, mientras que otros se revalorizan hasta alcanzar límites insospechados.

Bien es cierto que en el valor de los coches antiguos influyen factores como sus legítimos propietarios. Pero a este no le ha hecho falta haber sido de ningún famoso para demostrar lo que vale. En concreto, más de nueve millones de dólares.

Este Mercedes-Benz 300 SL ‘Alloy’ Gullwing se encontraba en el desguace de Rudi Klein. El descubrimiento de este depósito de vehículos hace unas semanas ha sido muy sonado, ya que en él se encontraban modelos únicos de la historia de la automoción.

En concreto, este Mercedes-Benz se ha subastado como parte de este lote y un interesado ha pagado 9,355 millones de dólares para conseguirlo. Al cambio, son 8,62 millones de euros. ¿Qué tiene de especial?

El Mercedes-Benz 300 SL ‘Alloy’ Gullwing fue un modelo de la marca producido en 1956 y del que solo se fabricaron 29 ejemplares, lo que lo convierte en una unidad muy especial. Fue concebido como un coche de competición, muy ligero y potente, con suspesión deportiva y ventanillas y luneta trasera de plexiglas.

Aunque esta no era la única unidad del depósito que podía llamar la atención a los compradores, el Mercedes-Benz sí ha sido el que ha conseguido superar el récord de los nueve millones de dólares en la subasta.

Una reliquia en buen estado

Aunque RM Sotheby’s especifica que no hay que tomar su historia personal al pie de la letra, se cuenta que Rudi Klien conoció a Luigi Chinetti, el piloto que importó Ferrari en los Estados Unidos, quien le vendió el Gullwing por 30.000 dólares. De hecho, hay una factura que certificaría la transferencia de dinero en concepto de pago.

En el cuentakilómetros de este Mercedes-Benz de nueve millones de euros queda reflejada la cifra de 73.387. Aunque su estado exterior puede desanimar un poco a los compradores, después de haber pasado medio siglo en un depósito, su ahora propietario ha apreciado que la mecánica se encuentra en relativo buen estado y que todas las piezas importantes (motor, cambio de marchas…) tienen los certificados de originalidad.