Un insólito episodio se vivió en la aduana de Santiago de Chile cuando un ciudadano fue detenido por portar tres maletas repletas de coches de juguete. Según informó un medio de ese país, el hombre transportaba más de 450 miniaturas, lo que despertó la sospecha de los funcionarios, quienes procedieron a interrogarlo sobre el contenido y valor de su equipaje.
Ante las preguntas de las autoridades, el coleccionista confesó que su afición por los vehículos a escala lo ha llevado a reunir una suma que supera los 3.000 ejemplares. Aseguró, además, que había asistido a un evento en Estados Unidos donde expuso sus coches.
Hot Wheels codiciados
Hot Wheels es una de las marcas de coches de juguete en miniatura más populares del mundo. El fabricante estadounidense de juguetes Mattel introdujo por primera vez los coches con esta enseña en 1968, con una línea de 16 modelos de autos apodada Sweet Sixteen (los dulces 16).
Hot Wheels originalmente tenía un público objetivo que consistía principalmente en niños y adultos jóvenes, pero como un juguete en constante evolución que ha capturado los corazones de todas las generaciones, también se han vuelto extremadamente populares entre los coleccionistas adultos, con una gran comunidad aficionada a este tipo de miniaturas que se ha formado a lo largo de los años.
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Los Hot Wheels no son solo coches de juguete: el fascinante mundo de sus coleccionistas es un mercado próspero, y algunos coches especialmente raros y valiosos se han convertido en objetos de colección muy codiciados. Estos son algunos de los más costosos.
Charger personalizado Redline de 1969 // 13.800 euros
Originalmente diseñador de automóviles en Ford, Larry Wood se unió a Hot Wheels en 1969. Era coleccionista y diseñador (lo que le valió un lugar en el Salón de la Fama de Diecast), y uno de los artículos de su colección fue un prototipo de Charger personalizado que ya estaba en la colección de la marca un año antes de que llegara.
Cuando lo vendió en eBay en 2020, se vendió por 15.000 dólares (13.800 euros).

Camaro de 1968 cromado // 23.000 euros
Esta versión brillante del Chevy Camaro, con un acabado de lima sobre cromo, es un automóvil Hot Wheels muy raro con solo 20 ejemplares producidos.
Se utilizaba exclusivamente con fines publicitarios. Hoy en día, uno de estos 20 coches vale alrededor de 25.000 dólares (algo menos de 23.000 euros).

Mustang de 1968 cromado rojo // 36.800 euros
Este Mustang rojo brillante fue uno de los dos que se fabricaron. Y fue creado originalmente solo para uso interno, principalmente para aparecer en anuncios de las campañas publicitarias de Mattel.
De alguna manera, se abrió camino desde la sede de la marca hasta una casa de subastas, y finalmente se vendió por 40.000 dólares (unos 36.800 euros).

Modelo conmemorativo con incrustaciones de joyas // 55.000 euros
Este roadster con incrustaciones de joyas fue creado para la Feria del Juguete de Nueva York de 2008 por Otto Kuhni de Mattel y el joyero Jason Arasheben para celebrar el 40 aniversario de Mattel.
Fundido en oro blanco de 18 quilates e incluyendo más de 2.700 diamantes, tiene dos rubíes rojos como luces traseras. Tampoco era un modelo típico de Hot Wheels, ya que era escala 1:5 (la habitual es 1:64), pero tuvo el honor de ser el coche Hot Wheels número cuatro mil millones jamás fabricado (hasta el momento se han fabricado unos seis mil millones). Originalmente estaba valorado en 140.000 dólares (128.600 euros) según algunos informes, pero se vendió oficialmente a través de Bonhams por ‘solo’ 60.000 dólares (55.000 euros).

Autobús VW rosa ‘Beach Bomb’ de 1969 // 160.000 euros
El coche Hot Wheels más caro que existe no es un coche. La versión rosa de carga trasera del Volkswagen ‘Beach Bomb’ fue el primer intento de Hot Wheel de crear un VW Microbus.
Inspirada en la cultura surfera, la Beach Bomb venía con sus propias tablas de surf, pero su colocación en el modelo resultó ser un desafío técnico para los diseñadores. Los primeros modelos prototipo venían con las tablas de surf cargadas en la parte trasera, lo que causaba problemas de equilibrio de peso.
Como resultado, el diseño se cambió y la versión de producción tenía las tablas de surf montadas en el costado para evitar que la Beach Bomb se cayera, junto con un techo de plástico liviano. Existen un puñado de prototipos de carga trasera, solo dos de ellos en rosa, uno de los cuales se vendió por 175.000 dólares (160.000 euros) a Bruce Pascal, un ávido coleccionista de Hot Wheels.

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