Cupra León VZ CUP e-Hybrid: exclusivo y electrificado

El nuevo acabado VZ CUP del Cupra León es un tributo a los modelos CUP de competición, y aporta mejores características dinámicas al compacto español, tanto con carrocería de cinco puertas como el familiar Sportstourer.

Para empezar, su diseño aporta un carácter aún más deportivo con la integración de distintos elementos. Además, el Cupra León VZ CUP incorpora unos neumáticos semislick Bridgestone Potenza Race y unos nuevos faros Matrix LED de serie compuestos de diodos LED que se encienden y apagan para no deslumbrar a los otros usuarios.

Por otra parte, cuenta con un sistema de frenos Brembo con pinzas de cuatro pistones. Se combinan con unos discos ventilados y perforados de mayor tamaño que los de serie.

También de serie son las nuevas llantas de 19 pulgadas en tonos negro y Copper (cobre), los faldones laterales Cupra, o el spoiler trasero en fibra de carbono (para la versión 5 puertas).

En el habitáculo cobran todo el protagonismo los nuevos asientos deportivos CUPBucket, con carcasa trasera en fibra de carbono, muy cercanos a unos de competición, pero también llaman la atención el volante con botones satélite, los pespuntes en color cobre por todo el salpicadero y el techo panorámico practicable.

Mecánica híbrida enchufable

Este Cupra está disponible con diferentes opciones mecánicas, entre las que se incluyen la versión híbrida enchufable 1.4 e-Hybrid de 245 CV objeto de esta prueba. También se ofrecen los motores de gasolina 2.0 TSI 300 CV y el 2.0 TSI 310 CV DSG 4Drive (disponible en el Sportstourer), que reflejan el espíritu y el carácter prestacional de la marca.

Ahora, el chasis del Cupra León e-Hybrid reduce su altura libre al suelo en 25 milímetros, lo que mejora el centro de gravedad y su aerodinámica. En cuanto a su equipamiento de seguridad, este Cupra añade el asistente de precolisión (Pre Crash Assist), y los airbags laterales y de cortina traseros, así como el airbag de rodilla para el conductor.

También incorpora techo eléctrico practicable. Y en las versiones TSI, el sistema de sonido Beats Audio System, que incluye nueve altavoces, subwoofer, amplificador de 340 W y tecnología Surround.

En carretera

El Cupra León VZ híbrido enchufable monta el motor 1.4 TSI de 150 CV junto con un motor eléctrico de 116 CV para rendir, en conjunto, un total de 245 CV. Su tracción es delantera y el cambio, automático de seis velocidades. Su batería es de 12,8 kWh, por lo que se carga en un enchufe de 3,7 kW en algo menos de cuatro horas.

Vista su mecánica, entrar en el habitáculo es toda una experiencia de competición. Porque lo primero es encajarse en su asiento de tipo báquet, prácticamente de carreras, y observar su espectacular volante, con dos botones por fuera del aro y en su parte baja. El de la derecha sirve para arrancar o apagar el motor; el de la izquierda, con el espectacular logotipo de Cupra, cambia entre los modos Normal, Sport, Cupra e Individual.

Un inciso sobre estos cambios: o se visualizan en la pantalla central (táctil y de 10 pulgadas) o si se tiene otro menú y coincide con que se ha puesto una dirección en el navegador, tras el volante, en sus relojes digitales, tampoco se puede ver si se ha puesto un modo u otro. Solo se puede ‘intuir’, ya que en Sport y Cupra, la caja de cambios cambia del modo D al modo deportivo S y esto sí que sale en los relojes, pero lo dicho, no se ve el modo de conducción al que corresponde esta S.

Al contrario de lo que puede esperarse, el Cupra León VZ CUP es muy fácilmente conducible, incluso si se va a un ritmo elevado. Y con este modelo, puede ser muy alto. Pero, incluso al rozar su límite, se muestra eficaz y seguro como pocos. Asume rápidos cambios de dirección como pocos coches de su categoría pueden realizar. Y la dirección es tan precisa y guía el coche tan bien, que no hace falta ser un experto para circular por el carril a un ritmo endiablado.

A esto ayudan unas suspensiones firmes, pero no duras ni desagradables, que sujetan la carrocería de forma sobresaliente, tanto en pleno apoyo o aunque se haga un cambio brusco.

En los modos Sport y Cupra, los altavoces emiten un sonido deportivo en el habitáculo, más en el último. Y en estos modos, en los que la potencia se entrega con más inmediatez, la suspensión es más firme, el cambio DSG es más rápido y la dirección tiene menos asistencia; salen a relucir sus cualidades más dinámicas. Tanto que, en marchas cortas si se pisa el acelerador con ganas, las ruedas delanteras comienzan a patinar y el control de tracción tiene que trabajar mucho para parar tanto ímpetu.

Respecto a su sistema híbrido, el León se pone en marcha en modo eléctrico. Cuando se acaba la carga funciona como un híbrido convencional y ya la intervención del motor de combustión o del eléctrico, prácticamente pasa desapercibido por la suavidad del motor 1.4 de gasolina. Eso sí, en reducciones con las levas, el cambio a veces se muestra ‘pensativo’ y tarda algo más de lo debido en bajar de marcha.

Además, tiene varios niveles de retención y uno que es automático, en el que se sirve de datos provenientes del navegador o del radar frontal para decidir cuándo y cuánto retener. Su batería tiene una capacidad bruta de 12,8 kWh, 10,8 kWh neta. El Cupra puede cargar, máximo a 3,7 kW, por lo que necesita casi cuatro horas para cargarla. Y esto dará para circular unos 45 kilómetros en modo eléctrico. Al terminar su carga, el consumo en esta prueba se elevó hasta los 7,5 l/100 km.

El precio de este Cupra León VZ con el acabado CUP es de 52.710 euros, 7.630 euros más que el VZ normal. Con la carrocería Spotstourer el precio se incrementa en 1.000 euros.