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El Leicester City es, a buen seguro, la revelación deportiva de la temporada. No obstante, es la ejemplificación perfecta del típico guión de Hollywood: equipo modesto, sin grandes figuras, inicialmente destinado a luchar por no descender, que finalmente acaba ganando una liga tan prestigiosa con la Premier Ligue.
Sus jugadores han vivido una experiencia inolvidable pero a modo de recompensa y como premio más tangible, el dueño del equipo, Vichai Srivaddhanaprabha, ha decidido regalar un coche a cada uno de los treinta integrantes de la plantilla.
El modelo elegido ha sido un Mercedes Clase B, pero no uno cualquiera sino la variante eléctrica del mismo. El precio de cada uno de es de 32.670 libras (más de 40.000 euros), así que, echando cuentas, el dueño de interminable nombre tendrá que desembolsar algo más de un millón de libras (1,2 millones de euros) para recompensar a su plantilla.
Los jugadores pasarán a tener en su garaje un automóvil eléctrico de 180 CV y 340 Nm de par máximo, que hace el 0-100 km/h en 7,8 segundos y tiene una autonomía por carga de 200 kilómetros.
¿Llegarán a conducirlo? Puede que sí, puede que no. Porque es probable que alguno de ellos se dé otro capricho sobre ruedas cuando se repartan los 6,5 millones de libras del premio por ganar la competición.
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