Por ahora todavía cursan el grado de máster en el Instituto Europeo de Diseño (IED) de Milán, pero en los próximos años, estos 28 estudiantes a punto de graduarse serán quienes definan la estética y las tendencias de muchos de los automóviles que están por llegar.
En colaboración con la marca de deportivos Alpine, los futuros creadores del instituto italiano han concluido un proyecto que plantea un modelo de superdeportivo en el horizonte de 2035 y con una mecánica que ya recurriría a la tecnología de hidrógeno.
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El A4810 Project by IED, como se bautizó este proyecto, es un biplaza de elevadas prestaciones que ha seguido en su desarrollo las directrices marcadas por el fabricante francés.
Por un lado, su propósito es explorar cómo serán los hipercoches futuros y, por otro, dar continuidad a la legendaria berlineta de 1963 que fue ideada por el genial piloto Jean Rédélé.
El deportivo desarrollado por los estudiantes del IED sigue con fidelidad el camino marcado por la electrificación de los automóviles, pero también las líneas maestras y la personalidad del histórico modelo que se ha convertido recientemente en marca.
La altura del Mont Blanc y el diseño 3D
El Alpine del futuro alcanza los cinco metros de largo (5,091) y los dos de ancho (2,010), pero solo se eleva uno del suelo (1,055) para conseguir una excepcional eficiencia aerodinámica inspirada en la tecnología de la F1.
La carrocería futurista, que utiliza materiales ultraligeros como la fibra de carbono, plasma cantidad de detalles alusivos a la tradición de Alpine, como la superposición de líneas en su diseño y la decoración bicolor alternada con detalles en negro mate.
Hasta el número identificativo del proyecto, 4.810, es una referencia a la altura del Mont Blanc, la montaña más elevada de los Alpes.
Para dar vida al interior, los jóvenes creadores se han servido de tecnologías como el diseño informático en 3D. Y así han desarrollado un entorno del tipo IHM (interfaz hombre-máquina), una tecnología que revolucionará la conducción en la próxima década.
Por último, la incorporación al proyecto de una mecánica de pila de combustible, que genera su propia electricidad a partir de hidrógeno sostenible, hace que el supercoche futurista de Alpine irrumpa de lleno en la nueva era de combustibles renovables y sin emisiones.
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