El Mazda CX-60 ha sido la última incorporación a la gama de Mazda, su modelo más grande hasta que llegue el CX-80. El SUV fue presentado con una mecánica híbrida enchufable, pero la firma japonesa completa su oferta mecánica con la llegada de un motor diésel de nuevo desarrollo que estrena una tecnología de combustión para conseguir una mayor eficiencia. Estará disponible en enero de 2023 en la mayoría de mercados europeos.
El e-Skyactiv D es un bloque de 3.3 litros y seis cilindros en línea que está disponible en dos niveles de potencia, 200 CV en su versión de acceso con tracción trasera y 254 CV para la superior, que emplea el sistema de tracción integral Mazda i-Activ AWD.
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Mazda CX-60: rendimiento y eficiencia
La clave del propulsor es la tecnología de combustión limpia denominada DCPCI, que consigue un equilibrio entre rendimiento y eficiencia. A esto se suma la presencia de un sistema eléctrico de 48 voltios, que apoya a este cometido y además sirve para conseguir la etiqueta ECO de la DGT.
Gracias a la presencia de ambas tecnologías, el e-Skyactiv D de 200 CV homologa un consumo de 4,9 litros cada 100 kilómetros y unas emisiones de 127 g/km de CO2, mientras que el de 254 CV homologa 5,3 litros y unas de 137 gramos. Este, además, acelera de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos y tiene una velocidad máxima de 219 km/h.
No es el último bloque que se incorporará a la gama del CX-60. Más adelante, también se sumará el motor gasolina e-Skyactiv de 3.0 litros y seis cilindros en línea que, como su nombre indica, también dispondrá de sistema microhíbrido de 48 voltios.
Por potencia, el híbrido enchufable seguirá siendo el tope de gama. Combina un motor gasolina 2.5 Skyactiv-G atmosférico de cuatro cilindros con un bloque eléctrico de 100 kW para desarrollar 327 CV y 500 Nm de par máximo. Alimentado por una batería de 17,8 kWh, su autonomía eléctrica es de 63 kilómetros, por lo que tiene la etiqueta Cero de la DGT.
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