Renault Arkana 1.6 E-Tech: un SUV con estilo y calidad

A medio camino entre un Renault Austral y un Renault Kadjar, este Arkana se sitúa como una alternativa de línea más deportiva sin salir de una silueta de tipo SUV.

Con unas medidas de 4,57 metros de largo, 1,82 de ancho y 1,58 de alto, compite en el segmento de los SUV compactos, pero su carrocería con la zaga en caída se asemeja a los BMW X4 y BMW X6. Ambos modelos establecieron en su día, sobre todo el segundo, las líneas maestras de los denominados SUV cupé.

Por delante, la firma lumínica típica de Renault protagoniza un frontal dinámico que, aun sin ser rompedor, ya predispone para una carrocería más deportiva que sus hermanos de marca.

Aunque lo más interesante se encuentra en la parte trasera, con esa caída del techo y esa luz que recorre el portón para unir los dos pilotos. Esta línea no permite cargar muy por encima de la línea de las ventanillas, como sí se puede hacer, por ejemplo, en el Austral.

Con todo, esta versión híbrida (1.6 E-Tech) cubica en su maletero 480 litros (33 litros menos que las versiones con microhibridación). Un dato que se sitúa en la media, con la longitud que exhibe.

Interior cómodo y tecnológico

Esta unidad de pruebas corresponde a la variante superior, denominada R.S. Line. Y esto se nota en multitud de detalles que dan mucha más vistosidad al salpicadero y al habitáculo en general.

Cuenta con unos asientos delanteros cómodos y que sujetan muy bien el cuerpo, pero detrás, la comentada línea del techo resta espacio para las cabezas de los pasajeros más altos. Con 1,85 metros de altura, ya se rozará en el techo con una postura de espalda recta.

La banqueta trasera no es deslizante ni esa zona cuenta con controles para regular la temperatura, aunque sí tiene salidas de ventilación.

De vuelta a las posiciones delanteras, lo dicho, el salpicadero se ve moderno y vistoso, no solo por los aditamentes deportivos que incluye esta versión R.S., si no también por la pantalla táctil multimedia de 9,3 pulgadas dispuesta de forma vertical. Dispone de buenos gráficos y su rapidez de funcionamiento es buena.

No es la única pantalla. Esta versión también dispone de una para los relojes detrás del volante, de 10,2 pulgadas. Su configuración se debe hacer desde la pantalla central y no desde el propio volante, lo que le resta practicidad.

Los mandos de la climatización son físicos e independientes de la pantalla, lo que es de agradecer. Lo malo es que solo se puede regular una zona y no dos como pasa en la mayoría de los rivales en este segmento.

Respecto a su maletero, un par de críticas, como son su falta de tiradores para abatir los asientos y la falta de ganchos laterales para colgar bolsas u otros enseres.

Motor y comportamiento

Esta unidad monta el bloque 1.6 E-Tech híbrido con 145 CV. Al ser un híbrido no enchufable, su capacidad de circular en modo exclusivamente eléctrico es limitada, pero ayuda a conseguir unos consumos muy buenos.

También es verdad que la carrocería predispone a unas prestaciones y un dinamismo que no tiene. Y es que, como buen híbrido, su principal campo de actuación es la ciudad y sus alrededores.

Pero no está exento de cierto dinamismo. Además, muy agradable, ya que la respuesta al acelerador es suave y muy rápida. No completa recuperaciones de infarto o aceleraciones de deportivo, pero su respuesta es muy razonable para moverse con cierta agilidad por cualquier tipo de vía.

Y más que razonable si la batería tiene carga suficiente para apoyar el bloque de gasolina de 94 CV. Si se conduce con calma, no suele haber grandes pérdidas de carga, pero también hay que tener en cuenta que la batería es pequeña y sus 1,2 kWh solo dan para dos o tres kilómetros en conducción eléctrica. Lo hará a través de dos motores elécticos, uno de 36 kW (49 CV) y otro de 15 kW (20 CV).

Su dirección y chasis tienen un buen comportamiento, pero si se fuerza el ritmo, sus reacciones también se notan forzadas. Y es que su peso se eleva en casi 100 kilos respecto al TCe de 140 CV y microhibridación. Y su carrocería sujeta bien, pero al aumentar el ritmo, aumenta notablemente el balanceo.

Algo que redunda en la idea de que es un SUV eminentemente urbano, que es donde se sentirá más a gusto y donde también se le sacará partido a un consumo real que rondará los 5-5,5 l/100 km (homologa 4,7 l/100 km).

A ese conducir suave y fluido ayuda la caja de cambios automática e inteligente. Bastante compleja, Renault la llama multimodo y baste decir que los sincronizadores de las marchas son el propio motor eléctrico pequeño. Pero el resumen y sin entrar en demasiados tecnicismos, es que proporciona la suavidad y agilidad necesaria para proporcionar el agrado general de conducción que exhibe el Renault Arkana. De hecho, puede alcanzar los 172 km/h y alcanzar el 0 a 100 km/h en 10,8 segundos.

Equipamiento y precio

Este Arkana se vende desde 20.669 euros en su versión más sencilla, denominada equilibre y hasta los 34.438 euros de esta unidad, denominada engineered full hybrid.

Entre su principal equipamiento, destacan las llantas de 18 pulgadas, apple car play inalámbrico, faros led, cámara trasera, regulador de velocidad adaptativo, tres modos de conducción, volante calefactable, y un largo etcétera.

Por su imagen, calidad, mecánica y equipamiento, un SUV muy a tener en cuenta si se busca una imagen algo más dinámica, pero con la etiqueta ECO en el parabrisas.