Un conductor recibe una multa de 121.000 euros por un exceso de 30 km/h

En una autovía española, donde la velocidad máxima permitida es de 120 km/h, superar el límite en hasta 30 km/h supone una multa de 100 euros sin pérdida de puntos. En otros países europeos, las sanciones son muy diferentes. Tanto es así que un exceso de este tipo puede costar 121.000 euros.

En España, la ley de tráfico determina la cuantía de las multas y la cantidad de puntos que pierde un conductor cuando comete una infracción. En ambos casos son cifras cerradas, aunque en unos pocos casos la sanción económica puede crecer dependiendo de algunos factores.

Los ingresos del conductor no es uno de ellos, como sí ocurre en las multas progresivas. Con estas sanciones, la cantidad que paga el infractor depende de sus ingresos. Existen en países como Reino Unido, Suiza, Dinamarca, Suecia y Finlandia.

Fue Finlandia, en 1921, el primer país que instauró las multas progresivas. Según el Código Penal del citado país, la cantidad a pagar dependerá de la capacidad económica del infractor. Al calcular la sanción, se tiene en cuenta la sexagésima parte de los ingresos medios mensuales del conductor, entre otras cosas.

Sabiendo esto, es más sencillo comprender cómo un exceso de velocidad de 30 km/h se ha convertido en una multa de 121.000 euros. En Finlandia, circular hasta 20 km/h por encima del máximo acarrea una sanción de hasta 200 euros. A partir de 21 km/h las cosas cambian.

Una multa de 121.000 euros

Anders Wiklöf es un empresario finlandés cuya fortuna está entre las más elevadas del país. Las autoridades lo interceptaron conduciendo a 82 km/h por las Islas Åland, donde la velocidad máxima permitida es de 50 km/h.

Le han retirado el carnet de conducir durante 10 días y, además, ha tenido que pagar una multa de 121.000 euros. Una cifra en la que, también, ha influido su carácter reincidente: en 2013, un exceso de velocidad le costó 95.000 euros y en 2018, la sanción fue de casi 64.000 euros.

Otros casos parecidos

A pesar de semejantes cifras, Anders Wiklöf está lejos de haber pagado la multa progresiva más elevada por exceso de velocidad. En 2010, un conductor suizo circulaba con su Ferrari Testarossa a 137 km/h en una zona de 80 km/h. ¿El resultado? Una multa de 299.000 francos suizos: 307.000 euros, según el cambio actual.

Poco después de aquello, en Suecia, otro conductor alcanzó los 290 km/h en una autopista de 120 km/h con un Mercedes SLS AMG. La sanción implicó la pérdida del carnet y del deportivo alemán: a esto habría que sumar una multa que calificaron de millonaria, pero sobre la que no trascendió más información.