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A primera hora del domingo, en una de las principales carreteras de Estados Unidos se desató un incendio a causa del accidente que protagonizó un camión cisterna. La magnitud fue tal que el tramo donde se produjo no aguantó y se vino abajo.
La carretera Interestatal 95 recorre, de norte a sur, la costa este de Estados Unidos: va desde Miami hasta la frontera canadiense en Maine. El daño es relevante, porque es una de las vías más transitadas. Ha sido en el tramo que atraviesa Filadelfia, donde ha tenido lugar el incidente: sólo por él pasan 160.000 vehículos.
La causa del accidente aún está bajo investigación, pero todo apunta a que el camión, que transportaba unos 32.000 litros de gasolina, enfiló la rampa de una de las salidas de la I-95 y chocó contra una pared mientras intentaba tomar una curva.
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El golpe, de costado, habría provocado el incendio a las 6:30 del pasado domingo. El fuego causó el colapso de una parte de la carretera y el camión quedó sepultado bajo los escombros.
Tal y como informa Reuters, los equipos de rescate han recuperado un cuerpo sin vida que debe ser identificado: podría ser el de Nathaniel Moody, el conductor que permanece desaparecido desde que se produjo el accidente. Las autoridades han informado que nadie más resultó herido a causa del incendio o del derrumbe.
Meses para reconstruirla
El choque tuvo lugar en el lado norte de la Interestatal 95, que ha sido el que ha colapsado. Los carriles que van hacia el sur también resultaron dañados por la intensidad del incendio y su estructura no está en buenas condiciones para soportar el tráfico.
La parte que se ha derrumbado tendrá que ser reconstruida por completo, algo que llevará varios meses. Las autoridades pretenden acelerar el proceso emitiendo una declaración de desastre. Y es que, aunque han diseñado rutas alternativas y se ha incrementado la capacidad del transporte público del área, las congestiones ya se han convertido en algo constante.
A esto hay que añadir las consecuencias para el medioambiente y la salud que puede tener el incendio. No sólo por las enormes columnas de humo negro, sino también porque el combustible se ha filtrado a los desagües pluviales y ya habría llegado al cercano río Delaware. Las autoridades, sin embargo, aseguran que la fuga está controlada y que el agua es segura, aunque seguirán vigilando el impacto del incidente.
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