Los sistemas avanzados de asistencia a la conducción ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) no sólo aportan seguridad al conductor. Algunos de ellos pueden influir en algo tan sensible para el bolsillo como el consumo del coche. Hay uno, en concreto, que puede ayudar a ahorrar hasta un 20% de combustible.
Para la mayoría de los conductores, el control de crucero es el sistema que ayuda a mantener una velocidad constante sin necesidad de pisar el acelerador o el freno para mantener el ritmo. De esta forma, también es esencial para mantener la distancia de seguridad.
Más información
Lo hace basándose en la monitorización de los metros que separan un vehículo de otro: algo que es posible gracias a la presencia de radares, sensores y tecnologías de detección. Los modelos más premium, incluso, disponen de control de crucero adaptativo con el que el coche controla el ritmo de forma autónoma respetando, siempre, los límites.
Cuando el conductor llega a la velocidad a la que quiere circular, activa el control de crucero presionando un botón. Se puede aumentar o disminuir el ritmo, mientras que si pisa el embrague o el freno se desactivará.
Un ahorro medio del 7-14%
Este botón, sin embargo, tiene otra función muy útil más allá de controlar la velocidad el coche: reducir el consumo. Así se desprende de un estudio llevado a cabo por Natural Resources Canada, en el que compararon dos trayectos: uno realizado con el control de crucero y otro sin él.
La principal conclusión es que este sistema sí ayuda a ahorrar combustible. En la prueba, el vehículo consumió un 20% más de gasolina cuando estaba desactivado y el conductor circulaba a velocidades que oscilaban entre los 75 y los 85 km/h para ajustar el control de crucero a 80 km/h. No obstante, de media, mantener un ritmo constante se traduce en un ahorro del 7-14%.
¿Dónde usar el control de crucero?
La clave está en los continuos cambios de velocidad. Las aceleraciones y desaceleraciones juegan en contra del consumo porque disparan la cifra. Eso sí, el control de crucero es útil para ahorrar combustible en determinados escenarios: carreteras llanas en las que no hay atascos y también en las cuestas. Un buen ejemplo de ello son las autopistas y autovías.
Lógicamente, en las pendientes pronunciadas o las que cambian de forma constante, el control de crucero no funcionará para ahorrar combustible. Tampoco lo hará en la ciudad, donde la velocidad varía continuamente y, además, la circulación se congestiona con más facilidad.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram