Cada foto ilustra el acto de fe de un conductor: hay quien vive convencido de que una maceta no caerá nunca en su cabeza. Un automovilista que, además, presupone la ceguera o la falta de profesionalidad de quien revise su coche en la inspección técnica de vehículos (ITV) y da por hecho que saldrá indemne del examen. O saldrá de la estación sin mirar atrás. Casi cuatro de cada diez vehículos obligados a la ITV circulan sin haberse sometido a ella. Otros muchos, sin cuantificar, circulan con el trámite suspendido.
Ahora la patronal de centros de inspección AECA-ITV ha compartido nuevas imágenes de los apaños que algunos propietarios hacen a sus vehículos para seguir en marcha a pesar del mal estado. Son fotos cotidianas tomadas por los inspectores en los más de 400 centros de inspección, esperpentos que, después de hacer gracia, ponen en riesgo la seguridad vial.
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Entre las fotografías recopiladas está la de un camión que acudió con una silla de hierro en el puesto del copiloto. Así circulaba. Desde el punto de vista técnico, se trata de un defecto grave en el capítulo de acondicionamiento interior, clave no solo para la estética.
El asiento no solo asienta, sino que mantiene fijo el cuerpo del ocupante y absorbe gran parte de la energía de un impacto. Si se mira con otro prisma, se ve a un camionero que vive como si la carretera fuera la terraza de su bar de abajo.
En otra imagen distribuida por AECA-ITV se puede ver un pedal de embrague sustituido por una plancha de madera, una tabla como un cepo sobre la que el pie puede resbalar.
Un coche sin disco de frenos
Otro inspector fotografió un vehículo que acudió a una estación de ITV sin disco de freno, y uno más apareció con el latiguillo de los frenos cortado: el líquido desaparece; el sistema deja de funcionar. De acuerdo con datos del Ministerio de Industria y Turismo el apartado de frenos supone el 12% de los defectos graves detectados en las ITV cada año; de acuerdo con la razón, que no haya disco significa que no haya frenos.
“Con estas fotografías queremos concienciar a los conductores sobre la importancia de la inspección técnica, porque pasar la ITV no es un mero trámite, sino un acto de responsabilidad social. Circular con un vehículo que no cumpla con los estándares de seguridad puede representar un peligro no sólo para quienes se encuentran dentro del mismo, sino también para el resto de usuarios de las vías públicas”, ha recalcado Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV.
Es muy habitual que se vean imágenes, y más de un conductor acude con lo que en la ITV llaman cóctel molotov, o con cinturones de seguridad rotos y anudados, el chasis partido o un pedal de acelerador amarrado con una cuerda.
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