Para Fernando Alonso, un domingo perfecto tienen tres ingredientes: sol, playa y el último vehículo que ha llegado a su garaje particular. Del Aston Martin Valkyrie ha presumido en redes sociales este fin de semana… sin tener en cuenta el consumo medio de su nuevo superdeportivo.
Hace un tiempo, Fernando Alonso cambió Lugano, una ciudad ubicada en el sureste de Suiza, por Mónaco. El Principado es, ahora, su lugar de residencia y, a tenor de las imágenes de su Instagram, este domingo ha recorrido las Corniches: las carreteras que recorren la Costa Azul y pasan por la citada ciudad.
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En el vídeo publicado por el piloto de Aston Martin es posible reconocer algunos detalles del interior del Valkyrie. Un ejemplo de ello es la ausencia de retrovisores tradicionales para evitar que interfieran en la aerodinámica del coche: son cámaras y proyectan las imágenes que recogen en unas pantallas ubicadas en los laterales.
Hay otro detalle, reflejado en la pantalla central, que no ha pasado inadvertido para los usuarios de Instagram. El Aston Martin Valkyrie muestra un consumo medio de 41 l/100 km. La marca británica no ha desvelado la cifra oficial y, evidentemente, tampoco se sabe cuándo se reseteó el consumo por última vez o qué conducción previa ha podido hacer Fernando Alonso.
Detalles aparte, en el habitáculo han apostado por un uso masivo de la fibra de carbono. Tampoco faltan detalles específicos relacionados con Alonso: su logotipo personal en los reposacabezas y un pedal de acelerador en color rojo con el dorsal 14 que luce el español en competición grabado en su superficie.
3,5 millones de euros
Mecánicamente, el Aston Martin Valkyrie es un auténtico prodigio tecnológico. En su interior ruge un V12 atmosférico de 6.5 litros firmado por Cosworth: con la ayuda de un motor eléctrico entrega 1.555 CV de potencia y llega a los 350 km/h. Acelera de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos.
Sólo se han fabricado 150 unidades, que han requerido un trabajo de 2.000 horas para cada una de ellas. Sus propietarios han tenido que pagar un precio que ronda los 3,5 millones de euros, además de someterse a una exhaustiva prueba de conducción en el circuito de Silverstone.
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