Volkswagen Tiguan 2.0 TDI 193 CV: poderoso caballero

El Volkswagen Tiguan ya es todo un icono entre los SUV compactos. Una buena muestra de ello es que desde 2007 ha vendido casi ocho millones de unidades en todo el mundo.

Ahora, esta tercera generación llega más tecnológica que nunca y con mecánicas de todo tipo. Incluso diésel. Sí, diésel. Porque mientras otros fabricantes han empezado a demonizar las mecánicas de gasóleo retirándolos de sus catálogos, Volkswagen sigue manteniéndolas en su catálogo, incluso con joyas como la que monta esta unidad de pruebas, que roza los 200 CV.

Con tres centímetros más de longitud, alcanza los 4,54 metros, mientras que conserva la anchura (1,84 metros) y altura (1,64 metros). A nivel estético, destaca en la zona delantera, con una tira de luz led, al estilo de la familia de eléctricos ID. que une los faros.

Detrás, los nuevos pilotos también unidos por una tira led, así como el nuevo espóiler, le dan un aire más moderno y ligero. Pero todas sus características y novedades ya se explicaban en este artículo.

Espacio y tecnología

Por dentro, no faltan las pantallas digitales. Tras el volante, una de 10,25 pulgadas. En el centro, una gigante. Como las televisiones de hace 30 años: 15 pulgadas, que viene de serie en este acabado: ‘R-Line’. Personalmente ya me parece un tamaño algo exagerado, que además se mete en el campo de visión inferior central. Pero sus grafismos y su manejo es intuitivo y muy rápido.

A bordo, los asientos son increíblemente cómodos por acolchado y por cómo sujetan el cuerpo. Y detrás, el espacio es amplio para tres adultos. No es que vayan a poder bailar la conga, pero un viaje largo se puede aguantar más que bien. Además, cuentan con mucho espacio para su equipaje, ya que ofrece un maletero récord en la categoría: 652 litros.

Mecánica contundente y eficiente

Esta unidad de pruebas llevaba la mecánica 2.0 TDI de 193 CV, que va asociada a un cambio automático DSG de siete velocidades y a la tracción integral 4Motion.

Con esta tarjeta de presentación, junto a la nueva plataforma MQB Evo, que estrena junto al Volkswagen Passat, la dinámica de este Tiguan realmente establece nuevas referencias entre los de su clase.

Porque no es solo que tenga unas prestaciones fulgurantes; de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos con una velocidad máxima de 220 km/h y un consumo medio homologado de 6,4 l/100 km. Es que su estabilidad y aplomo ha ganado varios enteros respecto a su predecesor y se acerca peligrosamente a las berlinas tradicionales.

En esta armonía de componentes, sobresale especialmente el tren delantero, que transmite de una forma sobresaliente y fehaciente todo aquello que pasa bajo las ruedas directrices. Con este aplomo y seguridad, las carreteras reviradas se pueden afrontar con la decisión que la que se tomarían en cualquier berlina. Y es que también adopta en los frenos el sistema electrónico XDS, que hace las funciones de un bloqueo de diferencial para mejorar la estabilidad en las curvas.

Y para poner la guinda en este pastel tan dinámico y apetitoso, este acabado R-Line cuenta de serie con la suspensión adaptativa DCC Pro; que se adapta al terreno elegido y que mejora, sobre todo en su opción dinámica, la conducción deportiva.

La suspensión colabora sujetando de forma notable sus 1.750 kilos, pero es que luego filtra con mucha eficacia hasta los rotos más notables.

Precio y equipamiento

Vale, esta unidad del Tiguan no es precisamente económica, ya que supera los 57.000 euros (57.305 euros). Pero es que lo que ofrece no es baladí. Para empezar, el paquete de equipamiento R-Line, valorado en más de 3.000 euros.

Pero es que, entre su equipamiento no falta prácticamente nada. Y la lista es interminable, pero de verdad. En el configurador de Volkswagen, en el equipamiento de serie, hay que dar dos o tres veces al ‘scroll’ del ratón para ver todo el listado de los sistemas y elementos que tiene. Por detallar algún elemento: faros matrix led HD, masaje en los asientos delanteros, apertura del portón pasando el pie por debajo del paragolpes, control de crucero adaptativo, limitador de velocidad con regulación anticipativa, etc. Y es que ya se sabe, y ya lo sabía D. Francisco de Quevedo, autor del poema satírico: ‘Poderoso caballero es don dinero’. No es barato, pero a cambio se poseerá uno de los mejores SUV del mercado.