Probamos un SUV híbrido urbano con una relación calidad-precio de lo más interesante

El Citroën C3 Aircross se posiciona como un SUV del segmento B, ideal para quienes buscan un vehículo versátil, eficiente y con espacio suficiente para el día a día familiar. Esta nueva generación, la segunda, ha crecido en tamaño y ambición. En su longitud, por ejemplo, ha crecido 23 centímetros, que es mucho de una generación a otra del mismo vehículo.

Además, su plataforma es la misma que utiliza, por ejemplo, el Opel Frontera y adopta asimismo, el nuevo lenguaje de diseño del Citroën C3 estrenado el año pasado. En él es característica la firma lumínica en tres segmentos de los faros, el nuevo logotipo de la marca o las piezas intercambiables que se sueltan con solo un clip. Muy moderno todo, pero habrá que ver cómo aguantan el paso de los años.

Su estética, en general, es más de ‘todoterreno’, con líneas rectas, un frontal vertical, pasos de rueda con protecciones o una zaga también vertical con una luneta casi perpendicular. Esta última con una clara intención: dar más protagonismo y espacio a pasajeros y maletero.

Citroën C3 Aircross

Gracias a una distancia entre ejes de 2,67 metros, dentro caben hasta siete plazas (las dos extras opcionales por 850 euros y muy testimoniales, pero ahí están o, mejor dicho, pueden estar) El maletero ofrece 460 litros de capacidad, reducidos hasta unos testimoniales 40 con las siete plazas o ampliables hasta 1.600 litros con todos los asientos abatidos.

Interior: funcionalidad y conectividad

El habitáculo destaca por su enfoque práctico y moderno. Y cómodo. Porque los asientos, tanto delanteros como en la segunda fila, disfrutan de la tecnología Citroën Advanced Comfort.

El salpicadero lo protagoniza al completo una pantalla táctil flotante central de 10,25 pulgadas compatible con Apple CarPlay y Android Auto, porque el cuadro digital desaparece en favor de unos instrumentos mínimos de tipo head-up display. El volante es achatado, multifunción por supuesto, porque pocos botones quedan en el resto del salpicadero.

Motor híbrido eficiente y con etiqueta ECO

La versión híbrida del C3 Aircross equipa un motor de gasolina 1.2 PureTech de tres cilindros con tecnología MHEV (hibridación ligera de 48V), que entrega 136 CV (100 kW). Se asocia a una caja automática e-CDT de doble embrague electrificada.

El sistema incluye un pequeño motor eléctrico de 28 CV que asiste en aceleraciones y permite reducir el consumo, logrando una media homologada de 5,3 l/100 km.

En conjunto, Citroën revela que este C3 ofrece 145 CV y una más que interesante velocidad máxima de 197 km/h.

Prueba dinámica: confort y consumo notables

Durante nuestra prueba, el C3 Aircross híbrido mostró un comportamiento muy suave y equilibrado. La dirección asistida eléctricamente es precisa en ciudad, aunque poco comunicativa en carretera.

La suspensión, también adherida al programa de los asientos y denominado ‘Citroën Advanced Comfort‘ es eso, muy confortable, tanto en trayectos y sobre rotos urbanos, como en carreteras secundarias. Eso sí, este confort tan notable hace que si se fuerza el ritmo, la carrocería se mueva algo más de lo deseable.

Su motor resulta solvente aunque, evidentemente, no busca sensaciones deportivas. Tampoco una rumorosidad de coche premium, porque si se suben las revoluciones salen a relucir vibraciones y sonido algo elevado de su mecánica de tres cilindros.

El consumo real se mantuvo cercano a los 5,5 l/100 km, destacando su eficiencia en tráfico urbano gracias al sistema Start&Stop y la asistencia eléctrica.

Un precio interesante

El Citroën C3 Aircross híbrido está disponible desde 24.140 euros en su versión Plus, y desde 26.340 en el acabado Max. Con este acabado te llevas llantas de 17 pulgadas, luces led, cámara trasera, carga inalámbrica de móviles o sistema de navegación 3D entre otros muchos elementos.

Cuenta con tres años de garantía ampliables cinco más, eso sí, si se pasa todos los años el mantenimiento en un servicio Citroën.