Al poner a punto el coche, algunos conductores eligen la opción rápida. Otros, en cambio, se esfuerzan más y realizan una limpieza profunda. En ambos casos se recurre a una herramienta muy común que, según los expertos, debería mantenerse alejada de la carrocería si se quiere evitar daños en la pintura del vehículo.
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¿Es realmente perjudicial para la pintura del coche el cepillo que se encuentra en casi todas las gasolineras? La respuesta la ofrece Kaiju Car Care, empresa especializada en productos de limpieza para vehículos. Como expertos aseguran que los cepillos son una de las peores cosas que se pueden usar para limpiar un coche: “Hay que mantenerlos alejados de ellos”.
El problema radica en que el estado de conservación de estos cepillos, ubicados junto a los surtidores o en zonas de lavado para usarlos antes de la pistola de agua, depende del uso que les den otros conductores.

El peligro de los cepillos
Hay quien los emplea sin cuidado alguno, los dejan caer al suelo, los usan sobre superficies con un elevado nivel de suciedad que necesitan otro tratamiento, etc.
Así, entre sus cerdas pueden quedar atrapados restos de suciedad, pequeñas piedras y otros elementos abrasivos. Aunque el siguiente usuario lo sacuda o lo enjuague con la manguera a presión, esas partículas no se eliminan del todo.

Al usarlos, se generan cientos de microarañazos en la pintura. Normalmente y si hay suerte, con un poco de esfuerzo y pulimento se debería poder quitar la mayoría de las marcas.
Eso sí, si hay algo escondido dentro del cepillo, como una pequeña piedra, y el conductor no se da cuenta hasta que ha terminado de aplicar el jabón por todo el vehículo… las consecuencias serán más graves. Y es que cuando el arañazo se puede sentir con la uña, lo más probable es que no se pueda pulir y la marca se quedará en la pintura.
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