Parece un XC90 a escala reducida. El nuevo Volvo XC60, la segunda entrega del todocamino medio de Volvo, presenta el nuevo lenguaje de diseño del fabricante, tanto en la carrocería como el interior, y ofrece una calidad de conjunto notable, aparte de sistemas de seguridad de última generación.
Llegará a España el próximo julio a partir de 39.950 euros, unos precios que lo sitúan a medio camino entre los modelos populares más cuidados, como el Volkswagen Tiguan, y los SUV exclusivos de renombre, como los Audi Q5, Mercedes GLC…
Reúne un diseño con porte, una cabina amplia y acogedora, y una gama mecánica muy variada, con dos versiones de gasolina (T5 y T6, de 254 y 320 CV), tres diésel (D3, D4 y D5, con 150, 190 y 235 CV) y hasta una variante híbrida enchufable (T8, 497 CV), que puede funcionar 50 kilómetros en modo eléctrico.
Pero, como en todos los Volvo, la seguridad recibe una atención especial y el nuevo Volvo XC60 estrena una función innovadora que permite al coche tomar el control de la dirección para esquivar obstáculos y evitar accidentes. También cuenta con piloto semiautomático en carretera y autopista, y dispositivos adicionales de protección heredados de su hermano mayor el XC90, como el sistema que protege la columna vertebral de los ocupantes ante las salidas de carretera que provocan que el coche salte, por ejemplo si la calzada está en un plano superior frente a la cuneta.
Häkan Samuelson, consejero delegado de Volvo Cars, ha confirmado en la presentación del nuevo modelo el lanzamiento de otro SUV de menor tamaño, el XC40, que se presentará antes de que termine el año y saldrá a la venta a finales de 2017 o inicios de 2018. Y, también, que en 2019 Volvo propondrá un nuevo modelo completamente eléctrico, movido solo por baterías.
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