De unos años a esta parte la tecnología y la conectividad se han convertido en aspectos muy importantes en la toma de decisiones a la hora de comprar un coche. Las marcas lo saben, motivo por el que han generalizado en todas las categorías elementos que antes se consideraban propios de segmentos superiores. Seat introduce su Digital Cockpit en los Ibiza y Arona, siendo una primicia en este último ya que ninguno de sus rivales ofrece algo similar.
Se trata de un cuadro de instrumentos 100% digital de 10,25 pulgadas, idéntico al que la marca española lleva ofreciendo en los Seat León y Ateca desde principios de año. Es a color y tiene una resolución de 133 píxeles por pulgada, lo que facilita la visualización de una información que es personalizable.
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El coche permite crear y guardar hasta tres perfiles, para que la configuración se adapte a lo que quiere cada usuario que se ponga al volante. Además, cuenta con tres pantallas entre las que se alterna con solo pulsar un botón: Clásica, Digital y Dinámica.
La Clásica imita un cuadro analógico, con velocímetro y cuentarrevoluciones en gran tamaño, además de una zona intermedia en la que se puede mostrar distinto tipo de información: estadísticas del viaje, indicaciones de navegación, datos sobre los asistentes de conducción, audio, etc.
Digital convierte toda la pantalla en un mapa detallado el navegador, revelando información interesante de servicios que haya en las inmediaciones. No descuida información de la velocidad o las revoluciones, pero quedan relegadas a un segundo plano, como también los datos adicionales que se pueden visualizar en la clásica.
En Dinámica el conductor personaliza qué información es la más importante para él (navegación, asistentes, etc.) y la coloca en una posición predominante en el centro, dejando cuentarrevoluciones y velocímetro en los laterales.
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