El Audi R8 es el superdeportivo de la marca de los cuatro aros, que ha ido evolucionando con el paso de los años hacia una máquina de tracción integral y con más de 600 CV de potencia. Sin embargo, hay quienes prefieren la tracción trasera, incluso sacrificando potencia, motivo por el que apareció hace ya más de un año el R8 V10 RWD, una variante de propulsión comercializada como una serie limitada de 999 unidades.
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Sin embargo, su aceptación fue tal que de cara a 2020 Audi vuelve a comercializarlo ya integrado en la gama del modelo, como la versión de acceso del mismo con unos precios anunciados que, en el mercado alemán, son de 144.000 euros para el Coupé y de 157.000 para el Spyder.
Monta el conocido propulsor 5.2 V10 de aspiración atmosférica, que en este caso desarrolla 540 CV y 540 Nm de par máximo, yendo asociado a una caja de cambios automática S Tronic de siete velocidades y con bloqueo de diferencial mecánico.
El reemplazo de la tracción 4×4 por una 4×2 tiene su mayor ventaja en el ahorro de peso, algo que queda claro puesto que el Coupé marca 1.595 kilos sobre la báscula (65 kilos menos) y el Spyder 1.695 kilos (55 kilos por debajo). Esto hace que el de techo cerrado acelere de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y que el descapotable complete el sprint en 3,8, marcando una velocidad punta de 320 y 318 km/h respectivamente.
Su diseño no varía en exceso respecto a la versiones quattro, siendo las únicas diferencias el splitter delantero, la configuración bicolor de los paneles laterales, el nuevo tono Gris Kemora para la carrocería y que tanto las entradas de aire frontales como la salida trasera son más grandes. Además, monta llantas forjadas de 19 pulgadas acabadas en color negro, con neumáticos 245/35 delante y 295/35 detrás, que opcionalmente pueden reemplazarse por unas de 20 pulgadas con neumáticos deportivos.
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