Se trata de un dispositivo que, durante los últimos tiempos, ha saltado a más titulares de lo habitual. Pero, desgraciadamente, es porque el catalizador del coche es un elemento codiciado por los ladrones y las bandas organizadas se han especializado en su robo.
De hecho, hace poco la Policía Nacional publicó un vídeo en el que se mostraba la desarticulación de una banda dedicada al robo de estas piezas, que luego eran exportadas hacia Estados Unidos. Mientras, en diciembre pasado, en la fábrica de Renault en Valladolid se sustrajeron tres contenedores cargados de catalizadores.
Pero ¿cuál es el motivo de esta oleada de delitos? Antes de detallar las razones, es necesario aclarar qué es y cuál es la función del convertidor catalítico.
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¿Qué es el catalizador del coche?
Se trata de un dispositivo que se hizo obligatorio desde 1993 para todos los coches de gasolina y a partir de 1997, para todos los diésel.
El cometido del catalizador es controlar las emisiones del tubo de escape, reduciendo su toxicidad, y su funcionamiento provoca un proceso químico basado en el fenómeno de la oxidación-reducción.
¿Por qué se roban los catalizadores?
Lo valioso de estas piezas son los metales que albergan en su interior (paladio, rodio y platino), que son susceptibles de su venta en el mercado clandestino. De hecho, sobre el paladio cabe señalar que es un metal que incluso cuesta más que el oro.
Si bien en un comienzo los vehículos industriales y los 4×4 eran los más afectados (debido a su altura y la facilidad para sustraer el catalizador), en la actualidad el robo ha llegado a la mayoría de los modelos.
¿Cuánto vale un kilo de catalizador?
En internet abunda la compra y venta de catalizadores. “Reciclar catalizadores es rentable”, “Compramos los catalizadores en cualquier estado y al contado”, “Por cada 450 gramos de catalizador se puede extraer 0,3% de platino”, son solo algunos de los reclamos que tientan a los ladrones.
Así, en el mercado negro es posible encontrarlos (por unidad) por 200 o 300 euros, aunque dependerá del año de fabricación y tipo, entre otros factores. Mientras, a diferencia de ello y en el comercio legal, un catalizador tiene un precio (por ejemplo de un turismo) entre 300 y 800 euros.
Ahora bien, en algunos sitios web de compraventa de chatarra, la venta por kilo también está condicionada a su tamaño y puede llegar hasta los 278 euros (catalizador de cerámica).
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