Citroën se mueve en los extremos: del ë-C3 al retorno del Berlingo diésel

Renovación. Adaptación. Electrificación. Popular. ‘Made in Spain’. Año especial… Son algunos de los conceptos principales que Nuno Coutinho, director general de Citroën para España y Portugal, manejó durante la presentación de sus resultados del pasado año y las perspectivas para el nuevo ejercicio.

Un 2024 que la marca francesa del Grupo Stellantis espera sea mejor que el anterior, con una evolución de sus resultados basada en la ofensiva de la marca en un año que Coutinho llegó a calificar como “el más importante de la última década”. Citroën pretende seguir siendo una marca popular, que no de bajo coste, sostenible y atrevida, con una oferta capaz de llegar a un gran número de automovilistas.

Para ello incluso se moverán en los extremos, intentando abarcar un abanico de posibilidades que se adapte a las necesidades y exigencias de sus clientes. Por un lado, mantiene su firme estrategia de electrificación de la gama, con la llegada del inédito ë-C3 y su promesa de ser el 100% eléctrico fabricado en Europa más barato del mercado.

En el lado opuesto, una sorprendente decisión de Citroën de recuperar una motorización diésel para la versión de pasajeros (M1) de su popular Berlingo. Con el foco puesto en la electrificación, la marca da este paso atrás por los efectos negativos que estaba teniendo en un modelo tan importante la retirada de las mecánicas de combustión.

Para los usuarios particulares, aquellos que utilizan la Berlingo como un capaz coche familiar, la propuesta eléctrica se ha revelado poco convincente y las ventas se estaban resintiendo. Es por ello por lo que, y en principio tan solo para España, desde marzo estarán disponibles las variantes de pasajero M1 con motor de gasóleo de 100 y 130 CV.

La trascendencia del C3

Más allá de este replanteamiento contracorriente de la tendencia general, Citroën España confía en superar las 58.995 unidades vendidas en 2023 y, sobre todo, mejorar la cuota de mercado que entonces fue del 5,4%, en la sexta posición entre las marcas con actividad en este país. Y para ello resultará vita la llegada del nuevo C3, que tendrá versiones térmicas y, sobre todo, la aportación de una eléctrico a un precio rompedor.

la tarifa del ë-C3 arrancará en 23.800 euros, que con las ayudas a la compra de vehículos eléctricos podrá quedarse en la franja de los 17.000 euros. Una cantidad realmente ajustada para un utilitario que pretende ofrecer un rendimiento, calidad y equipamiento acordes al prestigio de su origen, aprovechar las ventajas de ajuste de costes de su plataforma pero sin penalizar los valores propios de Citroën.

La consistencia de Citroën en este proceso de descarbonización de su gama se concretará este año en versiones electrificadas y etiqueta ECO (con sistema microhíbrido de 48 voltios) en todos sus modelos, además de ocho de ellas libres de emisiones. Esta apuesta incluye, como no podía ser de otro modo, sus exitosos vehículos comerciales, desde el Ami Cargo hasta el Jumper, pasando por Berlingo o Jumper.

Las ambiciones de Citroën se materializan además en el nuevo logo de estilo clásico que empezarán a exhibir todos sus vehículos, además del cambio en la imagen de sus concesionarios, que se irán adaptando, poco a poco, a un estilo más actual y fresco.

En este sentido, Coutinho también confirmó que su modelo de relación con estos puntos de ventas se mantendrá, por el momento, en el tradicional del concesionario, dejando la migración a otro de agencia para cuando todo el Grupo Stellantis considere oportuno.