Ciudadano llamativo

Es uno de los coches de ciudad más llamativos de la oferta actual, y también uno de los pocos que incluye cinco plazas, en vez de las cuatro que suelen tener los modelos urbanos, un detalle que refuerza su sentido práctico. Además, se vende a precios asequibles, desde 8.400 euros, y añade un tacto consistente al volante y un equipo de seguridad superior a lo normal en su tamaño: viene de serie con seis airbags y puede añadir el control de estabilidad (250 euros). El nuevo Chevrolet Spark es un modelo más grande, completo y atractivo que el actual Matiz, al que sustituye.

Conserva la línea monovolumen de su antecesor, pero mide 3,64 metros (15 centímetros más) y aporta un diseño más moderno y atrevido que marca la diferencia. Aunque las tarifas son económicas, su diseño, calidad de conducción y equipamientos traspasan la barrera de los modelos baratos y lo acercan a las alternativas más cuidadas de su tamaño, como los Hyundai i10 y Fiat Panda. Es una propuesta con una buena relación calidad/precio.

El interior ofrece una imagen colorista, acabados muy correctos y detalles originales como la instrumentación, que incluye una pantalla digital como la de las motos. Pero, sobre todo, destaca el espacio disponible, porque el pequeño Spark puede acomodar a las tallas más grandes con desahogo: permite sentarse atrás sin apreturas a personas de 1,85 metros. En cambio, el maletero resulta algo justo (170 litros).

Está disponible con dos motores de gasolina: 1.0 y 1.2, con 68 y 81 CV. Ambos mueven el peso con cierta agilidad, aunque el 1.2 acelera mejor (12,1 segundos de 0 a 100 km/h, en vez de 15,5) y permite salir a carretera con mayores garantías. Los dos gastan 5,1 litros de media y están exentos del impuesto de matriculación (emiten 119 g/km de CO2).

El equipamiento se estructura en cinco acabados: Spark, Spark+, LS, LS+ y LT. El LS (9.190 euros) llevan ya aire acondicionado, y el LT (11.800) viene con climatizador y llantas de aleación.