Alain Visser, consejero delegado de Lynk & Co, define con sencillez la vocación de su empresa: “Somos el Netflix del automóvil”. Y es que el modelo de esta compañía del gigante chino Geely (propietarios también de Volvo) se basa en un servicio de uso por suscripción totalmente disruptivo dentro del sector y que pretende remover los cimientos “de una industria que ha evolucionado menos en 50 años que la de los teléfonos móviles en cinco”, según Visser.
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Lynk & Co quiere ser mucho más que un fabricante de coches. De hecho, consideran al 01, el primer y único modelo de su gama, una herramienta para facilitar la movilidad a sus clientes. Por ello no aspiran a que sus usuarios compren automóviles, sino que disfruten de un servicio adaptado a sus necesidades, sencillo, cómodo y flexible.
Visser explica la operativa de esta suscripción que es la base de su modelo de negocio: “No hay que comprar un coche para utilizarlo. Si lo necesitas un mes, lo contratas un mes; sin son tres, pagas por tres. Tiene un precio de 500 euros mensuales con todo incluido, que puede ser mucho menos si decides compartirlo con otras personas. Es una fórmula muy sencilla, soportada por la tecnología de nuestra aplicación y que permite disfrutar de un coche completamente equipado en los momentos que es preciso”.
Un único modelo
Lynk & Co ofrece solo una versión del 01, con una dotación de serie completísima y la única variación de los dos colores de carrocería disponibles, negro o azul. Su motorización es híbrida enchufable (257 CV, 69 kilómetros sin emisiones, etiqueta Cero), porque la compañía considera que aún es pronto para dar el paso a la electrificación total por las carencias existentes en la infraestructura de recarga, aunque el modelo 100% eléctrico llegará en un plazo aproximado de dos años (también cuentan con una variante híbrida convencional para venta directa).
En Europa cuentan ya con 60.000 clientes y en España han conseguido una base de 6.000 interesados en solo un año, 4.000 de ellos dispuestos a contratar el servicio. Su problema es el del resto de la industria, los problemas de suministros electrónicos retrasan la entrega de coches y por ahora son solo 800 los usuarios que ruedan con su 01 en España.
Visser cree que “será difícil satisfacer toda esa demanda con normalidad este año”, aunque en su opinión lo importante es la aceptación de la propuesta entre los conductores: “Hemos superado nuestras expectativas para este año y sin que prácticamente nadie conozca la empresa. Eso nos demuestra que ha llegado el momento para este cambio de paradigma, cuando empezamos podíamos tener algunas dudas al respecto, pero ya sabemos que es así. Los usuarios han adquirido el hábito del consumo por suscripción por otras plataformas y en el automóvil no tiene que ser distinto”.
Los coches deben circular
La filosofía de Lynk & Co es que los coches deben estar circulando, uno parado no aporta nada a la movilidad. Por eso su empresa se basa en el coche compartido de los suscriptores, en que sus clientes pueden poner a disposición de otras personas el vehículo cuando no lo utilizan.
Su aplicación de móvil (que se lanzará en español en los próximos meses) está diseñada para ofrecer este servicio. El suscriptor oferta la disponibilidad de su coche en un determinado momento, lugar y con un precio definido por él mismo. Y otros usuarios del servicio (no suscriptores) pueden contratar su utilización en unos pocos pasos y solucionar así sus necesidades puntuales de desplazamiento por una cantidad inferior a la que supone la adquisición y mantenimiento de un vehículo en propiedad.
Se trata de un modelo equiparable al coche compartido pero entre particulares, porque Lynk & Co pone a su disposición la tecnología, pero no interviene en el resto de las negociaciones, más allá de garantizar y velar por la calidad del servicio. Por tanto, el suscriptor paga el precio cerrado de 500 euros y, a partir de ese momento, activa la disponibilidad de su automóvil para reducir la cuota… o incluso ganar dinero.
Es un escenario que Lynk & Co contempla y que asume como parte de su funcionamiento. Sus ingresos los generan los suscriptores y, a continuación, ellos pueden tener en marcha el 01 lo que consideren para obtener ingresos. Visser vuelve a comparar esta posibilidad con otro servicio tan extendido como ‘Airbnb’: “Los usuarios son quienes deciden, fijan el precio y el servicio. Nosotros no ponemos límites al respecto, tampoco en cuanto al número de personas que utilicen el coche. Queremos que la gente se mueva, no tener coches estacionados”.
La contratación con Lynk & Co se realiza de forma totalmente digital. La empresa se encarga de entregar o recoger el coche al suscriptor y también de los mantenimientos programados o reparaciones, que se realizan en algunos de los concesionarios de Volvo.
La aplicación de teléfono móvil sirve para el contacto entre usuarios, también para acceder o cerrar el vehículo sin necesidad de llave y como plataforma de pago segura para las transacciones. No exige permanencia para el servicio más allá del mínimo mensual, aunque siempre habrá que tener en cuenta la disponibilidad de unidades.
Lynk & Co apuesta por una transformación total del uso del automóvil y ya es una realidad en seis países de Europa, desde ahora también en España. Operan sin coste en A Coruña, Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia y Zaragoza, aunque también se entregan coches en cualquier punto peninsular con un cargo de 150 euros.
El límite de kilómetros de utilización es de 1.250 kilómetros mensuales, que son acumulables mes a mes. También existe la posibilidad de adquirir el coche en propiedad, aunque por el momento no llega al 4% de los clientes de la marca los que eligen este formato. El precio de la versión híbrida enchufable del 01 es de 40.500 euros, mientras que la variante híbrida convencional se queda en los 35.000 euros.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.