El ingeniero Henry Martyn Leland (1843-1932) fundó la marca de coches Lincoln en Detroit (Estados Unidos) en 1917. El creador de la compañía, originario de Danville (Vermont), era hijo de un carretero que, en los tiempos épicos de las caravanas, recorría el trayecto desde Boston hasta la canadiense Montreal.
Formado como mecánico e ingeniero, Leland trabajó en fábricas de armas como Colt y se especializó en el diseño de máquinas industriales y motores. Al cabo de unos años, logró la fama en Detroit, la capital del automóvil de EE UU. Lo llamaban el “maestro de la precisión”.
Más información
Contratado a principios del siglo XX para evaluar la liquidación de una empresa automovilística creada por Ford, animó a los accionistas a seguir con la actividad industrial. La propuesta era utilizar su propio motor Leland & Faulconer, más potente y fiable, creando para ello la marca Cadillac.
Cuando comenzó la I Guerra Mundial, el Gobierno encargó a Cadillac el suministro de vehículos ligeros para el ejército y la producción del motor Liberty. Lo usarían tanto los aeroplanos Curtiss o Douglas como los carros de combate, por ejemplo el gigantesco Mark VIII. Pero William Murphy, socio de Leland, era de convicciones pacifistas e inicialmente se negó a producir material bélico.
Un homenaje a Abraham Lincoln
En plena Gran Guerra, Henry Leland tomó la decisión de abandonar la empresa Cadillac junto con su hijo y sucesor, Wilfred Chester Leland. Crearon entonces su propia marca para fabricar aquellos poderosos motores V12 de 27 litros de cilindrada. Y para bautizar su nueva compañía, Leland lo hizo con el apellido de Abraham Lincoln, el primer presidente de Estados Unidos, al que admiraba profundamente.
Al finalizar la guerra, la marca lanzó el Model L. Era un coche derivado del Cadillac V8 y con una mecánica superior al resto, fruto del perfeccionismo de Leland. Pero el diseño de la carrocería, del tipo Torpedo, y sus resultados comerciales (tenía un precio muy elevado) no estuvieron a la misma altura. A principios de los años veinte la compañía entró en bancarrota.
La compra de Ford
En ese momento crítico fue adquirida por Henry Ford, nombrando presidente de la firma a su hijo Edsel. “Mi padre ha hecho los coches más populares, yo quiero hacer los mejores”, dijo entonces. Amante del arte en general y del diseño en particular, el joven Edsel aportó a Lincoln el estilo que le faltaba para convertirse en una de las marcas más elegantes y lujosas. En el apartado mecánico siguió los consejos de Leland, que tras la venta continuó ligado profesionalmente a la compañía.
Edsel Ford empezó a contar con brillantes diseñadores (Flaminio Bertoni, John Tjaarda, Elwood Engle…) y se implicó personalmente en dotar a sus automóviles de un estilo único. De los tableros de dibujo de Lincoln salieron iconos del automóvil como el Zephyr y posteriormente su sucesor, el famoso Continental.
Lincoln Continental, el coche de Elvis Presley
El Lincoln Continental ha sido el paradigma de la berlina de lujo durante décadas y el coche preferido de presidentes, senadores y magnates del petróleo. Y también, entre otros, de Elvis Presley y otros cantantes. El Continental se ha mantenido en el catálogo de la marca a lo largo de sucesivas generaciones, hasta que en 2020 cuando fue destronado por nuevos modelos de formato SUV.
Dotados de motores V12, muy potentes pero de funcionamiento extremadamente suave y muy silenciosos, los sofisticados Lincoln fueron pioneros en adoptar automatismos por entonces muy exclusivos, como los elevalunas o la capota de funcionamiento electrohidráulico.
Además y a lo largo de su historia, Lincoln ha rendido un especial culto al diseño. Y muestra de ello fue el innovador Futura, presentado en el Salón del Automóvil de Chicago de 1955 y que años más tarde inspiraría el primer Batmóvil.
El logo de Lincoln
El propio emblema de Lincoln también ha variado su diseño con originales formas según la época. Pero desde 1964 la marca adoptó una estrella enmarcada como imagen identificativa del lujo y la sofisticación que caracterizan a sus coches. La actual insignia es la última evolución introducida en 2018, que ha simplificado al máximo el emblema para hacerlo más elegante y moderno mediante un estilo minimalista.
En la actualidad, Lincoln sigue perteneciendo a Ford y es una marca de prestigio que conserva su carácter exclusivo. Así lo demuestra su último proyecto, el prototipo Star presentado en abril y que adelanta cómo serán los futuros modelos de la firma. Se trata de un SUV 100% eléctrico, con avanzadas tecnologías de conducción autónoma y que estará disponible a partir de 2025.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram