La alarma debe saltar si el coche está fuera de España y el vendedor pide una señal como anticipo. Las estafas digitales afectan también a la compra online de coches de segunda mano entre particulares, sector que las bandas organizadas aprovechan para engañar a los compradores más desprevenidos.
El mercado de ocasión genera en España unos dos millones y medio de transferencias al año entre coches y motos, un terreno de cultivo perfecto para la aparición de fraudes. Uno de los más denunciados es el phishing car. Los grupos criminales utilizan la venta de un vehículo para engañar al comprador, habitualmente mediante perfiles falsos en las páginas más usadas por los particulares.
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El principal riesgo del phishing car es que resulta difícil de detectar, al menos en los primeros pasos. Al principio no suelen existir motivos de sospecha porque los autores del delito publican anuncios con fotografías y datos reales del vehículo en varias páginas web legales, normalmente con un precio más bajo de lo que indica el mercado. De este modo, consiguen llamar la atención de los compradores y, al mismo tiempo, ganan en credibilidad.
“Para actuar con máxima cautela, resulta fundamental verificar la identidad del vendedor y las posibles cargas del coche solicitando el informe a la DGT. Además, se debe pedir información y fotos muy concretas, como el estado de la tapicería, el motor o los neumáticos”, explica Jorge Alcántara, presidente de Tramicar, plataforma online que gestiona la compraventa de vehículos de segunda mano entre particulares. En un siguiente paso, habría que “revisar el libro de mantenimiento, el permiso de circulación y la tarjeta de inspección técnica, para comprobar los kilómetros reales y el origen del vehículo”.
En ese momento puede aparecer la primera señal de alerta. En este caso de delitos, el vendedor suele argumentar que el vehículo se encuentra fuera de España, y no será raro que además solicite el pago de una fianza. En ocasiones la señal alcanza hasta el 50% del precio, y normalmente se indica como destino una cuenta bancaria extranjera. Para evitar sospechas, los autores del fraude envían al comprador documentación falsificada.
La recomendación de los expertos es tajante: olvidarse del asunto y buscar otro coche. “Es primordial no enviar dinero por adelantado en concepto de entrada o garantía hasta disponer de información real tanto del vendedor como del propio vehículo», recomienda Alcántara.
Si el comprador ha caído en la trampa, se encontrará con triquiñuelas muy habituales en este tipo de estafas. Casi con toda seguridad, los delincuentes pedirán más dinero para justificar ciertos gastos (gestoría, seguros, transferencias de titularidad…) , e irán aplazando la entrega del vehículo con diversas excusas, como retrasos en la empresa de transportes o problemas de aduanas, si es que el vehículo procede del extranjero.
Para combatir esta práctica ilegal, los expertos recomiendan buscar toda la información posible sobre el vendedor y, llegado el caso, consultar con el banco cualquier duda relacionada con operaciones inseguras en la Red.
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