El Audi RS 7 Sportback llega a 600 CV con una mecánica microhíbrida

No hace mucho que Audi mostraba al mundo el nuevo RS 6 Avant, por lo que era cuestión de tiempo que le acompañara con su versión berlina, el Audi RS 7 Sportback, que ha elegido el Salón del Automóvil de Fráncfort 2019 para su puesta de largo. Sigue la fórmula conocida en este tipo de versiones, aunque ha aderezado la receta con el añadido de una solución microhíbrida.

Su corazón es un bloque 4.0 V8 TFSI biturbo que desarrolla 600 CV de potencia y un par máximo 800 Nm, gestionados por una caja de cambios automática de ocho velocidades y por el sistema de tracción Quattro.

A esto se suma el sistema eléctrico de 48V, que incluye además una pequeña batería de 12 kW y un pequeño motor de arranque/alternador. Se encarga de mover el coche cuando este circula a menos de 22 km/h, asiste en las aceleraciones y permite circular a vela en ciertas situaciones a velocidades de entre 55 y 160 km/h, lo que sirve para ahorrar hasta 0,8 litros cada 100 kilómetros.

El Audi RS 7 Sportback es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y tiene una velocidad máxima limitada a 250 km/h, pero que puede ampliarse con dos paquetes distintos, el Dynamic, que desbloquea hasta 280 km/h, y el Dynamic Plus, con el que puede llegar a 305 km/h.

Su apartado mecánico viene cargado con lo mejor que puede ofrecer la marca alemana. De serie monta una suspensión neumática que es 20 milímetros más baja que la del A7 normal, que puede rebajar otros 10 milímetros a partir de los 120 km/h o levantarse 20 con el modo ‘lift’. También en su dotación se incluyen unos frenos con discos de 420 milímetros en el eje delantero y de 370 milímetros en el trasero.

De manera opcional puede calzar frenos carbocerámicos con discos de 440 milímetros de diámetro, un eje trasero direccional, que mejora su agilidad y estabilidad, y la suspensión Dynamic Ride Control.