El BMW Serie 3 se encuentra en el ecuador de su ciclo de vida, momento óptimo para recibir una actualización que solo retoca de manera ligera su imagen y se centra, sobre todo, en la tecnología. Se lanzará al mercado en julio y por ahora solo se conocen sus precios para Alemania: 43.900 euros para la berlina y 45.000 euros para la carrocería familiar.
Resulta llamativo que BMW haya optado por un facelift tan ligero, conservando casi impoluta la imagen del Serie 3 en lugar de adaptar su estética a la línea marcada por los nuevos modelos de la casa con el BMW Serie 7, con sus grandes riñones y sus grupos ópticos divididos.
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En su lugar, mantiene una estética tradicional, con unos faros grandes aunque estilizados y que varían su firma lumínica, así como una parrilla de tamaño estándar. Las llantas son de 17 pulgadas, el paragolpes delantero cuenta con tomas de aire acabadas en negro brillante y el mismo acabado se presenta en el difusor trasero, en el que las salidas de escape tienen 90 o 100 milímetros de diámetro, según la versión mecánica.
Adaptación deportiva
El paquete M Sport saca el lado más deportivo del modelo, con colores de carrocería exclusivos, parrilla con entramado de panal de abeja, paragolpes específicos y llantas de 18 pulgadas. Además, en las variantes M Performance las colas de escape son trapezoidales. De hecho, se puede rizar el rizo con el pack M Sport Pro, que añade elementos exteriores oscurecidos y el sistema de frenos M Sport con pinzas rojas.
El interior es el que experimenta mayores cambios, puesto que ahora incorpora el BMW Curved Display. Este sistema fusiona la pantalla central de 14,9 pulgadas y el cuadro de instrumentos de 12,3 para crear una superficie orientada hacia el conductor. El apartado tecnológico se completa con el BMW Operating System 8, el BMW Intelligent Personal Assistant, el climatizador de tres zonas, el control por voz y la tecnología 5G.
En cuanto a asistentes de conducción, entre los de serie y los opcionales se incluyen el control de crucero adaptativo, la alerta de impacto delantera con frenada de emergencia, lector y avisador de límites de velocidad, avisador de mantenimiento de carril o los sensores y asistentes de aparcamiento, entre otros.
BMW ha anunciado que su oferta de motores no cambia ni un ápice, por lo que se mantendrá la gama de motores gasolina y diésel, todos ellos microhíbridos, más las alternativas híbridas enchufables (PHEV). Todos ellos con la transmisión Steptronic de ocho marchas y los más potentes con la tracción integral xDrive.
Las opciones de gasóleo tienen 150, 190, 286 y 340 CV, respectivamente. Las de gasolina, por su parte, integran motores de 184, 258 y 374 CV. Los PHEV, por último, llegan a 204 y 292 CV.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.