Aunque el uso del teléfono al volante se castiga más desde marzo de este año, los conductores siguen con el móvil en la mano. En la última campaña de la Dirección General de Tráfico (DGT) contra las distracciones, realizada entre el 7 y el 13 de septiembre, el 33,6% de las denuncias se formularon por esa razón.
La infracción se castiga con una multa de 200 euros y la retirada de seis puntos del carnet de conducir.
En ese periodo, la DGT controló un total de 414.695 vehículos que circulaban por vías interurbanas. Después de casi 8.200 controles, los agentes de la Guardia Civil sancionaron a 6.823 conductores por distraerse al volante.
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Un tercio de las sanciones se debió al uso del móvil, por delante de otras infracciones también frecuentes. Entre ellas, abrocharse el cinturón mientras se conduce (lo hicieron 581 automovilistas, casi todos después de ver a los agentes) o llevar cascos o auriculares conectados a reproductores de sonido diferentes al móvil (337 conductores).
En uno de estos casos, el automovilista –que deja el volante para manipular el móvil y los cascos– se percata de que tiene encima el helicóptero Pegasus de la DGT. Rápidamente se quita los auriculares, mientras se queja: “Hos…, no, el p… helicóptero otra vez”.
Otras infracciones
La DGT también ha sancionado conductas como la lectura (207 casos), la búsqueda de objetos (98), la distracción con otros ocupantes del vehículo (85) o comer mientras se conduce (66).
Además de todas estas acciones concretas, los agentes formularon 1.251 denuncias por otras infracciones que causaban distracción en la conducción, según indica Tráfico.