Las alternativas electrificadas a los coches de gasolina y diésel van ganando importancia y peso en el mercado, pero se trata de versiones sensiblemente más caras en modelo equivalentes. El uso de gas como combustible se presenta como una opción a tener en cuenta, con un sobreprecio menor y un coste de uso que amortiza la operación de compra antes. Por eso muchos fabricantes se están animando a lanzar variantes movidas por gas natural (GNC) o gas licuado del petróleo (GLP). El Ford Fiesta es el último en sumarse a esta tendencia.
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El compacto de la firma del óvalo incorpora a su gama el motor 1.1 con 75 CV y 110 Nm de par máximo con dos depósitos de combustible. Uno de ellos es para el mencionado GLP y otro para la gasolina. Utilizando el primero consigue una autonomía de 400 kilómetros, a los que el segundo añade otros 600 para conseguir un alcance de 1.000 kilómetros sin necesidad de repostar.
El uso del GLP conlleva toda una serie de ventajas. Las más directas son su precio (la mitad que la gasolina) y su consumo, un 12% menor; además, sus niveles de emisiones son parejos a los de un diésel. El uso del GLP, por otra parte, otorga al coche la etiqueta ECO de la DGT, por lo que se ahorra el 75% del impuesto de circulación (IVTM, impuesto de vehículos de tracción mecánica) y puede acceder incluso a las zonas de bajas emisiones delimitadas en distintas ciudades. Como desventaja, el depósito de GLP ocupa el hueco de la rueda de repuesto, que desaparece.
El Ford Fiesta GLP está disponible con dos niveles de equipamiento. El Trend es el más básico (18.350 euros), algo que se aprecia en detalles como las llantas de acero de 16 pulgadas o el aire acondicionado en vez de climatizador. El ST-Line, de corte más deportivo, cuenta con una dotación de serie más amplia y cuesta 20.465 euros.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.