El Gobierno sigue dando pasos hacia el pago por uso en las autovías. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha confirmado tras el consejo de ministros que en los próximos meses su ministerio propondrá un modelo de pago de acuerdo con los sectores implicados y con las comunidades autónomas.
Unas horas antes, casi en paralelo, el secretario general de Infraestructuras, Sergio Vázquez, ya había anunciado lo mismo, la implantación de “un sistema de tarificación” en las autovías. Se trata de una nueva confirmación de lo que ya se sabe: el Gobierno se ha comprometido con Bruselas a que este modo de recaudación esté en marcha en 2024 para garantizar la conservación de las carreteras.
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“No tiene sentido que el mantenimiento de la infraestructura se siga sufragando con los impuestos de todos los españoles, que tienen necesidades más urgentes como son las políticas sociales”, ha dicho en el foro Conversa, organizado por la Cadena Ser en Galicia.
La propuesta del Gobierno, que señala la existencia de modelos similares en otros países de la Unión Europea, pasa por cobrar a los conductores en función de los kilómetros recorridos.
Algunas asociaciones se han opuesto a esta idea desde que empezó a tratarse el asunto hace unos meses, entre ellas el club de automovilistas RACE. “El pago por uso de las autovías es, sobre todo, un problema para la seguridad vial, pero también para los bolsillos de los conductores, que ya contribuyen con unos 30.000 millones de euros a las arcas del estado a través de otros impuestos”, señala el RACE en un comunicado, que hace hincapié en el riesgo implícito de la medida: “El pago por uso podría generar que muchos conductores opten por circular por las carreteras secundarias, donde se produce el 78% de los accidentes mortales.
A favor del pago por uso
Otros actores sí se han mostrado partidarios del pago por uso, posición que justifican por el nivel de conservación de las vías. La Asociación Española de la Carretera (AEC) cifra el déficit de mantenimiento en unos 7.500 millones de euros.
Y en su última auditoría bienal la AEC califica como “deficiente” el estado medio de conservación del pavimento en España. El 10% de los 100.000 kilómetros revisados (la red viaria española consta de algo más de 165.000) presenta deterioros graves como “roderas, grietas en las rodadas, agrietamientos gruesos, desintegraciones, deformaciones y grietas erráticas”.
Como argumento para defender las autovías de pago, la ministra Sánchez ha recordado que 24 Estados de la Unión Europea “tienen sistemas de tarificación”. Y ha señalado como prioridad que el modelo evite agravios territoriales y sea “riguroso y justo».
El modelo portugués en las autovías
Cuando el Gobierno habla de “sistema de tarificación”, el modelo que más se ajusta a esta denominación es el pago por kilómetro, un método más directo y que supondría un gasto mayor a quien más use la vía. Es el sistema que se usa en Portugal. El Ejecutivo no ha mencionado hasta ahora qué desembolso podría suponer, pero ha hablado en todo momento de pagos “simbólicos”.
Como referencia, la patronal de las constructoras Seopan propone unas tasas de entre tres y nueve céntimos por kilómetro para los turismos, lo que supondría, por ejemplo, un coste de entre 12,75 y 40,70 euros para un viaje de San Sebastián a Madrid por la A-1 y la antigua AP-1. La Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (Acex), por su parte, calcula como referencia un coste de entre tres y cinco céntimos por kilómetro.
Un céntimo por kilómetro
Según Acex, esta tarificación sería suficiente para mantener las carreteras en buen estado. Otras fuentes, sin embargo, mencionan un pago aún menor, de un céntimo por kilómetro, lo que supondría un coste de tres euros y medio para viajar de Madrid a Valencia.
De cualquier modo, este sistema exigiría la instalación de pórticos de paso en las autovías para que lean la información emitida por los transpondedores digitales que, a su vez, habrían de colocarse en los vehículos asociados a una matrícula y una cuenta corriente. Esto permitiría, según propone la AEC, crear un bono de movilidad, establecer un número de kilómetros gratuitos y unas tarifas diferenciadas “en función de las horas del día y las épocas de año o las emisiones del vehículo”.
La alternativa al pago por kilómetro es el sistema de viñeta, con una tarifa plana independiente del número de kilómetros recorridos.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).