Más autonomía eléctrica y refinamiento para el nuevo Range Rover

El Range Rover se renueva, pero sin perder de vista su concepto original. El SUV de lujo mantiene su versatilidad, los materiales de gran calidad, el confort en los viajes largos y sus altas prestaciones, potenciando además la capacidad de sus variantes híbridas enchufables y mirando a su futuro eléctrico, que llegará en 2024. Ya está disponible desde 135.550 euros.

Land Rover ha optado por una línea continuista y de evolución en el apartado estético, que luce más moderno, pero mantiene una sensación de familiaridad. La propia marca firma que el modelo “se define por sus tres líneas, que se mantienen fieles durante generaciones: la línea del techo baja, el perfil sólido y los estribos elevados”. Su diseño, además, le sirve para conseguir una resistencia aerodinámica de 0,30, la mejor de su categoría.

La marca otorga a sus clientes la oportunidad de hacerse con un Ranger Rover completamente a su gusto, ya que pueden elegir entre la carrocería estándar o la de batalla larga, con configuraciones interiores de cuatro, cinco y siete asientos, y entre tres niveles de acabado (SE, HSE y Autobiography), a los que se suman el First Edition –a la venta durante el primer año de comercialización– y el SV, con diseños exclusivos.

En el interior se combinan el refinamiento (se han reducido al mínimo los ruidos que provienen del exterior) con los materiales de gran calidad y la tecnología. El Range Rover cuenta con sistema de actualización remota de software, dispone de comandos de voz naturales e integra Alexa, el asistente de Amazon. Por otra parte, el sistema Pivi Pro tiene una pantalla curva de 13,1 pulgadas y es compatible con Android Auto y Apple CarPlay, mientras que el sistema de entretenimiento para los pasajeros dispone de pantallas de 11,4 pulgadas. Además, un punto generador de wifi garantiza la conexión a internet para dispositivos móviles.

La oferta mecánica del Range Rover está formada por cinco motores: un único gasolina puro, el P530 con motor V8 biturbo de 530 CV; dos diésel microhíbridos, los D300 y D350, y dos versiones híbridas enchufables, P440e y P510e, que integran un motor de 150 kW en la transmisión y gracias a su batería de 38,2 kWh pueden circular hasta 100 kilómetros en modo eléctrico, en el que alcanzan hasta 225 km/h de velocidad punta.

El modelo está desarrollado sobre la plataforma MLA-Flex y cuenta con diversas soluciones para conseguir un comportamiento ágil, a pesar de ser un modelo voluminoso. Todas las variantes tienen tracción integral con Intelligent Driveline Dynamic (gestiona la tracción en cada rueda), bloqueo de diferencial trasero activo y eje trasero direccional (gira hasta 7 grados), gracias al cual su diámetro de giro es de menos de 11 metros. El SUV monta además suspensión neumática completamente independiente y cuenta con el Dynamic Response Pro es un sistema de control de balanceo activo.

La última noticia es que la gama se completará dentro de dos años con el primer Range Rover eléctrico, del que la marca todavía no ha dado ningún dato concreto.