Este sábado 8 de noviembre, el NEC Classic Motor Show de Birmingham acogerá una subasta muy especial. Entre los lotes más esperados figura un Range Rover Vogue SE 3.6 TDV8 de 2007 que, más allá de su ficha técnica, guarda una historia digna de película: fue utilizado por la reina Isabel II y pasó años olvidado en España.
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El vehículo, acabado en el exclusivo color Tonga Green Metallic, fue entregado nuevo a Su Majestad a través de Land Rover Special Vehicles. Se trata del único Range Rover L322 diésel conocido que fue preparado para la monarca británica, con detalles únicos como agarraderas traseras para facilitar el acceso y una rejilla para perros en el maletero.
De Windsor al sol español
Tras prestar servicio en la Casa Real británica, el coche fue vendido sin que se informara de su ilustre procedencia. Acabó en manos de un propietario que lo llevó a España, donde permaneció aparcado durante años, expuesto a la intemperie y al olvido. Su pintura sufrió, su historia se desdibujó… hasta que alguien decidió restaurarlo.
El actual dueño lo adquirió como un proyecto de restauración. Fue entonces cuando descubrió una placa metálica con el sello Special Vehicles. Investigando el número de bastidor y la matrícula, confirmó que aquel Range Rover había sido conducido por Isabel II en eventos como el Royal Windsor Horse Show y en Sandringham, la finca rural ubicada en el condado de Norfolk, Inglaterra, que pertenece a la familia real británica.
Restauración al detalle
Consciente del valor histórico del vehículo, el propietario se embarcó en una meticulosa restauración. Recuperó elementos originales como el sistema de entretenimiento trasero y el teléfono, tal y como estaban cuando la Reina lo usaba. Hoy, el coche luce impecable, aunque su odómetro marca más de 193.000 kilómetros.
A pesar de ese kilometraje, se espera que alcance entre 50.000 y 60.000 libras esterlinas (entre 56.800 y 68.200 euros) en la subasta que tendrá lugar en los próximos días organizada por la casa Iconic Auctioneers. Una cifra muy superior a la de cualquier Range Rover similar, pero ninguno de ellos puede presumir de haber sido parte de la historia de la monarquía británica.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.