El Salón del Automóvil de Nueva York (del 18 al 27 de abril) tenía difícil hacerse un hueco entre las grandes muestras mundiales. Pero poco a poco lo va logrando. Y la ayuda de Jaguar-Land Rover está siendo clave para poner en valor el glamour de la megalópolis, captar la atención de los medios y llegar al gran público con alto poder adquisitivo de Manhattan y su área de influencia.
Nueva York tiene un carácter casi icónico para el grupo británico: es la ciudad del mundo donde más Range Rover se matriculan. El año pasado presentaron ya aquí el nuevo Range Sport, nada menos que con el último agente 007 (el actor Daniel Craig) al volante. Pero esta edición la puesta en escena ha sido doble y más sofisticada. Por una parte han desvelado el Discovery Vision Concept, el primer prototipo de la nueva división (submarca) de Land Rover que se situará un escalón por debajo del Range Rover en precio. Y aspira a seducir a las familias medias con estilos de vida activos.
Lo importante del Discovery Vision, un adelanto del futuro Freelander —que llegará en 2015 con un tamaño más reducido que este prototipo—, es que desvela las tecnologías que nos van a acercar, paso a paso, a la conducción autónoma (sin intervención del conductor). Lo que hasta hace poco habría parecido ciencia ficción, como el piloto automático para conducción off-road (fuera del asfalto), empieza a estar al alcance de la mano a cinco años vista.
Wolfgang Epple, responsable de Investigación y Tecnología de Jaguar-Land Rover, adelantaba a EL PAÍS la posible hoja de ruta: “La conducción autónoma no va a llegar de golpe. Tenemos que hacerlo por etapas, con avances pequeños pero continuos, que nos permitan ir ganando la confianza del conductor. Primero debemos demostrar que somos capaces de sustituirle con total seguridad en algunas funciones. A medida que lo logremos podremos dar los siguientes pasos”.
A corto plazo, aparcar el coche desde fuera parece ya accesible. Y pronto se podrán superar zonas de alto riesgo —al borde de un precipicio, por ejemplo— guiándolo con un mando desde el exterior sin poner en riesgo a los ocupantes. Pero lo mejor es que esto es solo el aperitivo de lo que viene.
Para reforzar la credibilidad tecnológica de la nueva gama Discovery, el grupo británico anunció también en Nueva York, en una espectacular puesta en escena a bordo del portaviones Intrépid, su alianza con Virgin Galactic, la compañía de Richard Branson que ultima, en su futurista base de Nuevo México, los primeros viajes de turismo espacial: “Este verano seguiremos con viajes de pruebas y esperamos empezar a operar a principios de 2015”, asegura George T. Whiteside, su consejero delegado. A 250.000 dólares persona, el viaje permitirá ascender hasta unos 80 kilómetros de altura, fuera de la atmósfera, y volver a entrar unos minutos después en un trayecto que durará entre media y una hora. Ya hay unas 700 reservas de 58 países, varias de ellas de España.
Con este despliegue mediático, el resto de los estrenos de Nueva York pasaron a un segundo plano. Pero entre los que llegarán a Europa destacan los nuevos BMW X4 y Nissan Murano, y las puestas al día de los VW Jetta y Mini Countryman.
Piloto automático en el campo
El prototipo Discovery Vision presenta el nuevo lenguaje de diseño de la segunda marca de Land Rover, que agrupará bajo el nombre Discovery modelos pensados para resolver el transporte y el ocio en familia, pero con precios más asequibles que los Range actuales. El Vision es también un adelanto del nuevo Freelander, primera entrega de los Discovery, que llegará a principios de 2015.
Pero lo más relevante es que desvela tecnologías del futuro cada vez más cercanas. Destaca la conducción por control remoto, que por medio de sensores, láseres y cámaras permite maniobrar para aparcar, enganchar un remolque o circular fuera del asfalto en zonas complicadas —sin estar dentro del vehiculo— usando un mando a distancia. Otro equipo similar de sensores y cámara lee el piso, lo escanea y transmite las imágenes al conductor proyectándolas en el parabrisas como si el capó delantero y la mecánica interior fueran transparentes. Y después puede elegir el modo de conducción y regular la mecánica y los mandos (reductora, acelerador, freno, volante, etcétera) para circular por el campo sin que intervenga el conductor. También incluye un interface hombre-máquina (HMI) que permite accionar los accesorios con gestos de la mano o los ojos, para, por ejemplo, abrir puertas u oscurecer los cristales si molesta el sol.
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