El motor de un vehículo está compuesto de multitud de piezas móviles. Y entre ellas, una de las que más disgustos puede traer a los usuarios sin un correcto mantenimiento es la correa de distribución, ya que su desgaste no es tan visible como el de otros elementos.
Y no solo esta correa es difícil de vigilar. También puede generar algunas de las peores averías de un motor, como un gripaje.
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¿Para qué sirve la correa de distribución?
Esta cinta de goma transmite la rotación del cigüeñal a los árboles de levas para que abran y cierren las válvulas de admisión y escape en el momento adecuado.
Esta rotación se transmite conectando una serie de poleas con esta cinta. Además, también cuenta con un tensor, para mantener la tensión necesaria para su correcto funcionamiento.
¿Por qué puede empezar a hacer ruido?
Si esta correa comienza a emitir un ‘chillido’ característico que a veces se oye en algunos coches, lo más normal es que tenga una tensión incorrecta o un desgaste excesivo y patine con alguna de las poleas que abraza.
Y es que, al estar compuesta de goma y nailon, se deteriora con el paso del tiempo. Todos los fabricantes recomiendan cambiarla cada cierto tiempo, normalmente, entre los 60.000 y los 160.000 kilómetros.
Qué pasa si se rompe la correa de distribución
Si se rompe este elemento, el problema puede ser grave y la posterior reparación, muy costosa. Y es que, al no transmitir ese movimiento a los árboles de levas, no abrirán ni cerrarán las válvulas y los pistones se doblarán o romperán al chocar con las válvulas una y otra vez.
El aumento de la temperatura del motor es una señal de que puede haberse roto esta correa. En cualquier caso, lo mejor es parar de inmediato y apagar el motor.
El truco del desodorante
En internet y redes sociales circulan varios vídeos en los que se ve solucionando este ruido untando la correa con un desodorante en barra, ya que los aceites que lleva lubrican la correa y hacen que el ruido se solucione.
Pero hay que tener cuidado, porque esta solución es temporal y al poco tiempo volverá a surgir el ruido y, por consiguiente, el peligro de rotura de la correa. Aplicar el desodorante en este elemento de la mecánica puede servir para maquillar el problema, pero no lo soluciona, por lo que el riesgo de avería existirá igualmente.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.